Por el Rev. José Eugenio Hoyos
El que peca y reza empata es una frase que la he escuchado a menudo por muchas personas en diferentes países. Aunque no estoy de acuerdo por que el pecador que no obtiene la absolución por medio del Sacramento de la Penitencia no ha empatado con el perdón de Dios.
Esta es mas una frase de los católicos desechables, de los católicos lite y de la ley del menor esfuerzo. Quise escribir este articulo con este dicho pues viendo las noticias en la televisión en uno de los carnavales entrevistaban a uno de los participantes y el decía: “bueno, este carnaval de Río de Janeiro ha sido como ir en pecado al infierno, haber bailado con el diablo y vuelto a la vida. Hoy se termina el carnaval y mañana empieza la Cuaresma después del pecado a rezar pues el que peca y reza empata”.
Esta es la mentalidad de los carnavales, mucha publicidad en la noticias sobre todo los carnavales en Brasil, el Carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Bolivia, en Milán, Italia y no podemos olvidar el carnaval de Nueva Orleans. El Carnaval de Río es tan famoso no solo por el colorido de las comparsas y los grupos de danzas, sino por el sentido mundano, el destape sexual, el sexo, el alcohol y las drogas por doquier.
En los disfraces nadie se escapa desde el demonio, los ángeles, las monjas, los tigres, los indios, las brujas, la muerte y la imitación de los grandes personajes de la actualidad son representados con gran vistosidad. La preparación de las comparsas y bailes toman meses y meses de ensayos. Pero me pregunto cuantos de esos católicos toman tiempo para prepararse espiritualmente en el tiempo de la Cuaresma, que es la oportunidad de cercarnos a el nazareno que nos dio la vida y fue crucificado para el perdón de nuestros pecados. Vivimos el carnaval pero el carnaval de fe. En Cristo Jesús y María.
1 comentario:
Muchas veces cuando se juega a empatar, termina perdiendo.
Publicar un comentario