Rev. José Eugenio Hoyos
Todos los movimientos de la Iglesia Católica son de suma importancia para el desarrollo pastoral de las familias. Cuando los padres de familia quieren ser parte activa de los cursillos de cristiandad, legión de María, Emaus, Catecumenado, Renovación Carismática u otros grupos de Reevangelización la excusa para no integrarse es de que quien cuidara y se encargará de los niños. Pero para nuestra Iglesia Católica Universal ya no es una excusa pues cada ministerio o movimiento tienen un ministerio con una catequesis especial que mientras sus padres disfrutan de las oraciones, eventos charlas y retiros sus hijos se van formando y creciendo en la fe.
Un ejemplo de ello lo he podido experimentar en la Renovación Católica Carismática donde el ministerio de niños no es solo de entretenerlos sino de inyectarles una espiritualidad acorde a sus edades y necesidades sacramentales como refuerzos a una primera comunión, al sacramento de la reconciliación, respeto a los padres, comportamiento en la Iglesia, cumplimiento de sus deberes escolares, enseñanzas de oraciones y alabanzas carismáticas etc.
No podemos desconocer que los niños y jóvenes son el Hoy de la Iglesia que vienen a formar la familia Católica que es el santuario de la vida religiosa y de fe. Los niños carismáticos son una fuerza tan importante que si los tomamos en serio producirán grandes frutos y sus talentos en un futuro seguirán robusteciendo la Iglesia. Por ejemplo en los Estados Unidos observamos como los niños desde temprano edad crecen con un sabor carismático, oran con gran intensidad, son más concentrados en los retiros y su participación en la Iglesia es mucho más seria y respetuosa. Ahora ellos llegan con más alegría a las celebraciones litúrgicas y su participación es mucho mas positiva.
En todas partes del mundo tanto en el África, Sur America, Centro America y el Caribe ya se siente con fuerza la presencia del Espíritu Santo sobre la infancia misionera. Padre bueno en este día tan feliz para mi y para muchos no quiero olvidarme de todos los niños, en mi humilde oración te pido que el Espíritu Santo derrame su poder para que todos los niños crezcan en oración y santidad y que cuando sean adultos sean católicos carismáticos comprometidos con la Iglesia Amen.
1 comentario:
Padre! Este blog me encantó! Los niños tienen un poder especial dado por Jesús, que nosotros los adultos si lo aprovechamos podremos sacar cosas maravillosas de ellos. Está en nosotros encaminar a esas criaturas!
Gracias!
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