lunes, agosto 30, 2010

Seamos Fuertes Como Las Pelotas De Tennis En La Fé

por el Rev. José Eugenio Hoyos

Si usted es de las personas que pertenecen a la categoría cristal y que por cualquier pequeño toque, desilusión, enfermedad, tropiezo, o enfermedad se quiebra, se desvanece o se desmorona la solución esta en dejarse guiar y entregarse a las manos del creador para que El haga de usted una nueva persona.

Pero que con la efusión del Espíritu Santo usted sea más fuerte mas sólida y mas firme en las adversidades que entre a formar parte de la categoría del rebote. Quiero decir que como en el juego de tenis sus problemas sean como la pelota que a pesar de los golpes va de un lado a otro y con la fuerza de la raqueta no se revienta aunque le hayan pegado fuerte, y si le dan mas duro pues avanza mucho mas lejos.

Pues así deben ser nuestros sentimientos en los momentos de mayor tribulación y desesperación Dios esta contigo. Dios nunca nos abandona, solo nos pone a prueba para solidificar mas nuestra fe y nuestra confianza. Somos nosotros los que nos olvidamos de El, la ingratitud viene dentro de nosotros por nuestra pereza y tibieza espiritual. Solo lo buscamos en los momentos de peligro y de tormento.

Muchos estudiantes y personas de poca fe cuestionan a Dios solo en las dificultades sobre todo cuando tienen un accidente, una enfermedad terminal o la muerte de un ser querido. ¿Por qué esto? ¿Por qué a mí? ¿Por qué a mi familia? Tenemos que poner de nuestra parte en todo momento y no esperar de brazos cruzados que nos caigan las pelotas de tenis del cielo.

San Lucas 12:7 dice: “En cuanto a ustedes, hasta los pelos de su cabeza están contados”. Se dice que las cabezas de los rubios tienen cerca de 150,000 cabellos, los morenos cerca de 125,000 y los pelirrojos cerca de 100,000. Es muy difícil verificar estas cantidades. Sin embargo estas cifras nos ayudan a apreciar el ejemplo que un día uso Jesús. Señalando a una bandada de gorriones por dos monedas? Y, sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos”. Jesús muy probablemente tocó con sus dedos el cabello de la niña, sonrío y dijo: “Hasta los cabellos de su cabeza están contados”.

¡No teman, pues ustedes valen mas que muchos pajarillos! En otras palabras, Jesús nos asegura que somos muy preciados ante los ojos de Dios. Dios nos atesora muchísimo mas de lo que pensamos. Nunca nos abandona y en los momentos difíciles y de prueba hay esta siempre acompañándonos solo hay que confiar en el.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estos son los mensajes que necesitamos los cristianos para dejar de andar buscando pretextos y culpando a Dios de todo lo que nos pasa en lugar de ponernos a trabajar y agradecerle por lo que El ya nos dio. Gracias Padre Eugenio por compartir con nosotros su sabiduria.
Yuly Snapp