Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Nadie
puede desconocer que la Iglesia Catolica vive momentos de felicidad, de
avivamiento y de grandes sorpresas con el Papa Francisco. Nuestro líder espiritual
ha traído al mundo una refrescante revolución y sacudón a los católicos que por
muchos años lo estábamos esperando. Hace unos pocos días lo demostró de nuevo
en Rio de Janeiro, Brasil, ante más de tres millones de jóvenes en la Jornada
Mundial de la Juventud 2013. Los mensajes del Papa a los jóvenes tuvo un tono
de reconciliación de amor y de esperanza. “El Evangelio no es para algunos sino
para todos. No es solo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más
acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente,
hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, mas
indiferente” dijo el Papa.
El
Papa Francisco sigue sorprendiendo al mundo por su humildad, entrega, y gran ejemplo de Pastor
en el nuevo milenio, su revolución es para concientizar a acercarse más a
Cristo y ser responsables de los marginados de nuestra sociedad. Nos dijo también:
“Sed revolucionario, os pido que nadéis contra corriente; si, os pido que seáis
rebeldes. Que os rebeléis contra esa cultura que lo ve todo como temporal y que
últimamente piensan que sois incapaces de ser responsable”.
El
Papa Francisco le dijo también a la multitud que “la juventud es la ventana por
la cual entra el futuro en el mundo y por ellos se imponen grandes desafíos para
esta generación. Hay que ofrecer fundamentos propios, garantizar la seguridad y
educación y transmitirles valores por los
cuales puede ser vivida”. Una de las actitudes que también me llaman la atención
es que el Papa Francisco ha viajado con una maleta negra de uso personal, y
dentro de su revolución, esa maleta al abrirla viene cargada de innumerable sorpresas.
Estas han sido las frases que últimamente han sorprendió al mundo. “¿Y quién
soy yo para juzgar?” “El dinero tienen que servir, no gobernar”, “la Iglesia no
es niñera de los cristianos”, “un buen cristiano no se lamenta, esta siempre
alegre”. Y con un Papa como Francisco estaremos llenos de grandes sorpresas y alegrías.
¡Que viva el Papa!
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