Recientemente fui invitado como Predicador al XVIII encuentro
Carismático de Sanación en la ciudad de Bakersfield, California. Y en uno de
los descansos entre la multitud congregada en los pasillos del centro de
convenciones en aquel lugar la gente me decía: Padre Hoyos: ¿Por qué no
sanamos instantáneamente cuando un
Sacerdote o los predicadores laicos hacen Oración de Sanación o nos imponen
manos?
Y siempre conteste primero porque siempre dudamos en esa Sanación,
en esa liberación o en esa poderosa unción.
Segundo porque hay que concentrarse profundamente y creerle a Dios. Creer que si
nos esta Sanando.
Tercero. Sentir el fuego del Espíritu Santo para que queme la
enfermedad, quite el dolor y sane las células cancerosas del organismo.Y por último y lo más importante es someterse a Cristo en la Oración.
La Iglesia Católica con el acompañamiento de la Renovación Católica Carismática continúa educando a los feligreses a vivir y a descubrir la misión de Cristo con los enfermos y los desahuciados.
Por ejemplo cuando Jesús Sana a un tullido a un paralitico o Sana una enfermedad terminal, lo que está haciendo es mostrando lo que es el reino de Dios. La tierra prometida no es solo de los que se encuentran saludables, sino que es de todos aquellos que aceptan a Dios en sus vidas y dejan que él los transforme y los libere de todo lo que los oprime y libera.
Estamos testificando cada día que la combinación entre Oración,
Adoración, Predicación y Alabanza tienen poderosos efectos sanadores y
liberadores. Ya lo estamos viendo en la multitud de pacientes terminales de cáncer
donde ahora gozan de una completa salud porque abrieron su corazón al poder Sanador
de Cristo.
Y la conclusión de estos pacientes hoy sanados por Cristo es “Yo creí en Jesús y ahora estoy sano”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario