Pasó la navidad llegó un año nuevo y sentimos las bendiciones que nos ha traído la Epifanía los días y semanas comienzan a avanzar.
Entonces nos preguntamos: ¿Y yo a
donde quiero llegar? ¿Hasta dónde me llevará Cristo en mi vida? ¿Cómo hacer
para vivir más feliz cada día? Pero la primera respuesta que podemos encontrar
es a través de la Oración y teniendo en este 2015 un encuentro definitivo con
Dios. Igualmente cumpliendo mis metas y propósitos y renovando mi vida.
San Francisco de Asís decía: “Que no
busque ser comprendido sino comprender” y él tenía toda la razón pues quien
practica esta afirmación va a encontrarse consigo mismo y será feliz.
Comprender a los demás exige de
nosotros una actitud mental abierta, con una capacidad de renuncia a muchos de
nuestros puntos de vista equivocados y erróneos, soportar que no todos somos
iguales y evidenciar respeto por los demás; por todo esto se necesita
trascender en el amor y descubrir la obra de Dios que continua haciendo en cada
uno de nosotros.
Cuando no aceptamos la voluntad de
Dios y nos cerramos tercamente pegados
en sí mismos, prepotentes y nos creemos dueños de la verdad, entonces no
podemos comprender a los demás y probablemente tampoco podemos encontrar la
felicidad que nos ofrece Dios.
Debemos aprender primero a escuchar
la voz de Dios, él poco a poco nos ira mostrando el camino para encontrar las
respuestas que estamos buscando solo en Cristo encontraremos esa verdad y la
paz que todos anhelamos.
En este nuevo año invoca el Espíritu
Divino en familia, pues tu vida y la de los tuyos se transformaran y los
llenara de infinitas bendiciones; si quieres estar en paz, lleno de salud y en
armonía espiritual practica la meditación y el silencio ante Jesús
Sacramentado, reza el Santo Rosario, entra dentro de ti y siente a Dios en tu
alma y en tu piel.
Relájate en un lugar tranquilo y
respira profundo varias veces, con tus ojos cerrados pensando en que Dios tiene
grandes y maravillosas sorpresas para ti.
Siente que Dios como una poderosa luz
inunda todo tu ser de claridad y te llena de calma con su amor. Haz, pues un
alto en el camino y aprende a vivir con una conciencia en paz y llena de Dios.
Mira a tu alrededor y veras que solo
son felices los que tienen Fe y una gran riqueza Espiritual.
“Ora como si todo dependiera de dios
ya actúa como sui todo dependiera de ti”
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