miércoles, marzo 18, 2015

Familias hispanas viviendo la Cuaresma

Por el Padre José Eugenio Hoyos

Este año vamos a tener la oportunidad de tener la agradable y maravillosa visita pastoral de nuestro Papa Francisco a los Estados Unidos en el mes de Septiembre donde visitará varias ciudades, tales como New York, Filadelfia y Washington.
En Filadelfia estará reunido con las familias ya que este es uno de los principales objetivos de esta visita pontificia a los Estados Unidos. La familia estará en oración y será el centro de su predicación.

Es por eso que desde antes nuestras familias hispanas, nos estemos preparando en este tiempo especial de la Cuaresma, para que en familia vivamos más unidos en este tiempo litúrgico.
En estos 40 días la familia hispana debe ir a la iglesia y hacer una confesión de todos sus pecados y con un corazón limpio poder recibir al mismo Jesús Eucaristía. Además debemos realizar obras de caridad, rezar el Santo Rosario, participar en el viacrucis en familia, etc.

 
El núcleo donde aprendes a vivir el amor de Dios y donde eres amado, es precisamente la familia que es a su vez el ámbito por excelencia donde eres querido por lo que eres y no por lo que tienes; es el lugar más adecuado para empezar a explorar la vida en sus diversas facetas: personal, espiritual, familiar, social, comunitaria y solidaria.
La humanidad en sus 21 siglos después de Cristo cuando ha colocado la familia como el valor central de la sociedad, podemos decir que ha disfrutado en gran medida de paz y estabilidad. Esa paz es urgente en el anuncio de Cristo (Marcos 10,5) que es una necesidad impostergable de nuestro mundo y una paz que no es posible sin una vida interior disciplinada, sin unas relaciones armónicas con Dios y sin unas relaciones a su vez sanas y de respeto con los demás.

 
Sin embargo cuando las sociedades han intentado socavar los valores intrínsicos de la familia con valores falseados, entonces han sufrido retrocesos lamentables. Como por ejemplo: la vida por el aborto; el matrimonio del hombre y la mujer por la unión del mismo sexo; las relaciones naturales por los anticonceptivos abortivos; la autoridad de los padres por la invasión de un psicologismo que da prestancia a un libre albedrio de los hijos.
Por eso, esta la Cuaresma nos da la oportunidad de compartir lo más sublime en familia, la muerte, la pasión y la resurrección de Nuestro Señor Jesús. Recuerda, hermano, que la familia que reza unida, será siempre bendecida por Dios.

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