En muchos eventos o retiros carismáticos
he tenido la oportunidad de escuchar o leer un periódico cuando se anuncia un
evento de Sanación interior y decir por ejemplo: tal día nos acompañara el
Padre José Eugenio Hoyos “Un gran sanador, con poder liberador de espíritus y
que sana cualquier tipo de enfermedad” y esas expresiones son un gran error,
pues curas o sacerdotes sanadores no existen; vuelvo a recalcar y recordar que
el único que Sana es Cristo, Él es el médico y cirujano divino, no hay otro.
Los Sacerdotes o laicos que sobresalen
con dones o carismas son solo instrumentos para llevar a la persona enferma esa
Sanación; que viene directamente de Cristo, solo Jesús tiene el poder, no el
hombre, lo mismo ocurre con tantos pastores Evangélicos, predicadores o tele
evangelistas que se convierten en mercaderes de la palabra o usureros de la Sanación.
Si no podemos negar que estamos
testimoniando millones de sanaciones, en Retiros, Misas de Sanación, pero es
para demostrarnos que Cristo está vivo y que si sana.
La voluntad de Dios es que todos
estemos sanos en el espíritu, el cuerpo y el alma. Por tanto pedir Sanación o curación
no es pedir contra su voluntad. Y si
fuera así porque entonces acudir al médico y tomar medicinas?
En la plenitud de los tiempos el
Padre envía a su hijo al mundo para salvar a todos los hombres y a todo el
hombre. De verdad que la Oración tiene poder sanador y liberador. En el
sacerdocio Jesús manifiesta su poder sanador, pues Jesús nos recuerda a todos.
No te he dicho que si crees veras la
gloria de Dios.
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