Por José
Eugenio Hoyos
La Renovación Carismática Católica ha sido testigo del poder
sanador y liberador de millones de personas enfermas en todo el mundo. Cristo Jesús
no ha dejado de descansar ni un segundo, su misión es sanar y liberar a todos.
La actitud del Medico Divino es sanar a los enfermos en todo
momento y circunstancias, invocar al Espíritu Santo para que haya fuerza
espiritual en cada curación.
El creyente está llamado a dar Gloria a Dios con su cuerpo y
con su carne mortal (1 Corintios 6, 20) “Y le rogaban que les dejara tocar
siquiera el borde de su capa: Y todos los que la tocaban, quedaban sanos”
(Mateo 14, 36).
Acércate a Jesús sin miedo, ni temores como lo hizo el
leproso del Evangelio de Mateo.
Acércate de esta forma con fe y confianza sin importar cuál
sea tu situación o tu depresión pues con seguridad que Él te sanara, El solo lo
puede hacer, solo Él puede sanarte de una vez y para siempre y en tiempo que tu
fe te deje, sin vueltas y sin intermediarios, solo Jesús y tú.
Sin embargo, la batalla debe comenzar hoy, cada día, tu
sistema inmunitario necesita estar preparado para detectar y destruir células cancerígenas
antes de que tomen ventaja. Alrededor tuyo y en tu interior hay una multitud de
agentes causantes de cáncer que están en el aire que respiras, los alimentos
que comen y las bebidas que tomas.
En las llagas y sangre de Cristo Jesús se encuentran los
antioxidantes para mejorar tu salud.
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