viernes, octubre 28, 2016

Los Carismáticos Abren Nuevos Caminos Para Encontrar Sanación en Cristo


Por José Eugenio Hoyos


Cuando tú asistes a un congreso de sanación, a una misa por los enfermos o a una adoración Eucarística no hay que esperar que obligadamente se tiene que sanar o liberar todas las personas.

La actitud de una persona es pedirle a Dios que antes de una persona es pedirle a Dios que antes de una sanación te llene de más fe y que aprendas a ser dócil a el Espíritu Santo.

Cuando un dolor, una preocupación o una enfermedad terminal llega a tu vida hay que convencerse y creer que Dios si va actuar directamente en tu situación o en la enfermedad sea como sea ofrecer ese sufrimiento a Dios no como un castigo sino como un medio de purificación.


San Pablo a los Romanos 8:17-18 nos dice: “Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con El, también tendremos parte con El en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros.”

Siempre en las integrantes de la Renovación Carismática (RCC) se les recomienda que aprovechen su sufrimiento y su crisis para ofrecer cada incomodidad a Dios por alguna intención particular, por la conversión de un pecador, por la salvación y la transformación de su corazón.

Si Dios además de todo poderoso, es amoroso es también misericordioso y compasivo.

Es en el año de la misericordia donde más vemos sanaciones, conversiones y liberaciones. Es cuando vamos a ver el rostro de Cristo mostrando e inyectando misericordia a todos los creyentes. La misericordia de Dios no tiene límites, Él es capaz de todo y nos quiere sana a todos.

 

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