Por Kelvin
Saravia
La Renovación Carismática es una gran fuente de fe que a traído
a muchas personas alejadas de la Iglesia a los pies de Cristo Jesús.
Uno de los objetivos de la Renovación Carismática es Evangelizar,
llevar el Evangelio de Cristo a todas las naciones.
El pueblo de Dios ha entendido que lejos de Dios no hay sanación,
no hay salvación ni liberación.
Cada servidor y predicador Carismático debe distinguirse por
ser una persona humilde, de oración continua, y dispuesta a servir o a predicar
donde se le envié; no donde el predicador o el servidor quieran ir es donde Jesús
los necesita.
Da tristeza y nostalgia cuando escuchamos que hay servidores Carismáticos
y Predicadores que se sienten indispensables y estrellas intocables.
En la RCC hemos acumulado experiencias que nos han
enriquecido como creyentes, por nuestros testimonios de vida nuestro ejemplo en
la perseverancia en la Iglesia.
Debemos alabar y bendecir a Cristo en todo momento por lo que
hemos logrado hasta el día de hoy y agradecer por esta corriente de gracia la Renovación
Católica Carismática (RCC).
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