Por Kelvin
Saravia
La Renovación Carismática Católica a nivel mundial abre
nuevas puertas para prepararse a la celebración mundial de el Jubileo de Oro o
los 50 años de Evangelización.
Es muy placentero observar y conocer la historia de hace 50
años y los frutos que esta corriente de gracia ha traido a nuestras comunidades
de fe.
Grandes predicadores Carismáticos tanto Sacerdotes como
laicos han llevado la palabra de Dios, y han prendido la llama de la fe y la
esperanza en un Evangelio vivo y lleno de poder.
Pero hace falta renovar en algunos lugares y a nivel nacional
“lideres” que llevan muchos años en las juntas directivas, consejos o coordinación
hay que darle oportunidad a otras personas pues como bien lo dice nuestra
espiritualidad somos Renovación Carismática, somos renovados en el Espíritu y
debemos renovarnos constantemente.
Nuestra Iglesia y la Renovación Carismática, es una poderosa
corriente que hay que dejarla fluir y no estancarla con nuestras divisiones y
peleas internas, nuestros grupos y asambleas de oración se mueven y existen por
el soplo y la fuerza del Espíritu Santo.
Cada Bautizado debe experimentar la Nueva Cultura de Pentecostés
y encender las lámparas con fuego entusiasmo y comprometidos en la Nueva Evangelización
y listos a jugar un papel importante en la Iglesia.
“Ven Espíritu divino manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso
del pobre, don en tus dones esplendido luz que penetra las almas, fuente del
mayor consuelo.”
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