Por José
Eugenio Hoyos
Yo tengo un gozo en mi alma, gozo en mi alma y en mi ser. ¡¡¡Gloria
Dios!!! ¡¡¡Amen!!! ¡¡¡Aleluya!!! Es la preparación y los sentimientos para
recibir un Nuevo Pentecostés en nuestras vidas.
El Pentecostés es el cumpleaños y la gran fiesta de la
Iglesia… Y a los Carismáticos el Espíritu Santo los ha elegido como promotores
para anunciar y organizar este evento mundial. Pero las celebraciones deben
empezar dentro de nuestros hogares, en los grupos de oración y en las asambleas
Carismáticas.
Los Católicos Carismáticos estamos llamados a ir sin miedo a
proclamar el Evangelio a todos los lugares y a las periferias, para que nuestros
creyentes se preparan a recibir mas dones y carismas. La Iglesia debe
fortalecerse al proclamar que Cristo vive y que el Espíritu Santo se mueve en
todos los rincones del planeta sanando y transformando.
“Cristo Jesús permaneció hoy como ayer y por la eternidad. No
se dejen engañar por las novedades y las doctrinas extrañas de la fe. La gracia
de Dios es un buen medio para fortalecer la vida interior: no cuenten con otros
alimentos de los que nadie saco provecho” (Hebreos 13, 8-9).
Todo es posible para Dios, los cambios en el mundo y del
hombre son superficiales y aparentes; en cambio, lo concerniente a Dios es eterno.
Las cosas en este mundo pasan: “Cielo y tierra pasaran mas
tus palabras no pasaran” (Mateo 24, 35).
Las Sagradas Escrituras nos hablan de la presencia poderosa
de Jesús en el pasado, ahora nos toca a nosotros hablar de la presencia de
Cristo, del cumplimiento de sus promesas y de la acción transformadora del Espíritu
Santo.
En este Pentecostés Jesús hoy va ser lo mismo contigo,
dejaras el miedo y los temores atrás y serás un protagonista clave en la
cultura de Pentecostés y encenderás tu corazón con el fuego del Espíritu Santo.
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