domingo, julio 08, 2007

Comunidad latina pide paz en Colombia junto al Padre Hoyos


Por Esther Barrera Méndez
Los Tiempos USA
6-12 de julio de 2007

"Nos han arrancado el corazón pero no estamos solos", dijo el Reverendo Eugenio Hoyos ante miles de feligreses que lo acompañaron en la misa ofrecida en la iglesia San Antonio de Culmore, Virginia, en memoria de su hermano Jairo Javier Hoyos y otros once diputados del Valle del Cauca que fueron asesinados el 18 de junio, tras cinco años de haber estado secuestrados por la guerrilla colombiana.

El lunes por la noche la iglesia estuvo repleta, banderas colombianas y pañuelos blancos se agitaban para recibir al padre Hoyos, director del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington, junto a la mayoría de sacerdotes de la región que se unieron a su sentimiento de dolor familiar y por una patria dominada por una guerra que ya lleva más de 40 años generando dolor dentro y fuera de Colombia.

"Las FARC perdieron su identidad revolucionaria para ser narcotraficantes o asesinos, no defienden a los pobres sino quieren acabar con Colombia", sostuvo el sacerdote en la misa. "Pedimos que liberen a quienes tienen secuestrados y entreguen los cuerpos de los muertos para darles cristiana sepultura."

En el momento de la ofrenda, decenas de carteles surgieron expresando el cariño que el padre Hoyos supo generar en su comunidad religiosa donde no hubo distinción de nacionalidades para compartir el dolor por un hermano muerto. "Lamento mucho lo que está pasando en Colombia, el padre es muy querido para nosotros los salvadoreños, todos estamos unidos con él", dijo Elsi Contreras agitando su pañuelo.

Otros dos hermanos del legislador asesinado, Julian y Francisco Hoyos, rindieron su homenaje. El primero con un discurso alentando a levantar la voz de indignación para que las fuerzas terroristas de Colombia suelten a más de 5.000 secuestrados y entreguen el cuerpo de su hermano, en tanto Francisco junto a sus hijos rindió su homenaje cantando y en toda la iglesia se escuchaba el estribillo, "Colombia Tierra Querida."

Al finalizar la misa el padre Hoyos afirmó: "Jairo nos da la fortaleza para seguir trabajando en la cruzada de solidaridad por tantos hermanos que siguen secuestrados" y lo definió como una persona feliz, justa, conciente de las necesitades de los más pobres y sensible a las necesitades del mundo.

Por otra parte, el gobierno colombiano a la fecha estima que no devolveran los cuerpos porque aseguran los asesinos a sangre fría y demienten que hayan existido operativos o acciones militares que provocaran a la guerrilla de las FARC en el crimen de los diputados.

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