Por el Rvdo. José Eugenio Hoyos
Con gran entusiasmo y un sinnúmero de preparativos la comunidad católica estadounidense se prepara con beneplácito para recibir a nuestro gran pontífice el Papa Benedicto XVI los días 15 y 20 de Abril.
Esta importante visita se realizará en las ciudades de New York y Washington, D.C. Desde que se confirmó la visita del Nuncio Apostólico de los Estados Unidos Pietro Sambi, comenzaron los preparativos, con vigilias, misas solemnes, conciertos Eucarísticos etc.
Esta visita oficial del Papa Benedicto tiene un toque especial para nuestra comunidad hispana, pues no se puede olvidar que la minoría más grande que vive en el área metropolitana de Washington D.C. es latina con un alto porcentaje de salvadoreños y Centro Americanos. La iglesia hispana en los últimos años se ha fortalecido grandemente por la fuerza de la fe y la participación de los inmigrantes católicos.
Es un tema que según mi humilde punto de vista el Papa Benedicto XVI no podrá ignorar, pues es aquí a los alrededores donde las leyes antimigrantes, las redadas, y la discriminación más se han sentido. La fuerza laboral, política, y social hispana ha adquirido una gran voz de decisión pero todavía falta mucho para hacer. La sola presencia del Papa es desde ya un signo de esperanza. La iglesia Católica se fortalecerá más y nuestras luchas para una reforma migratoria justa y moral podrán tener más eco y se empezarán a dar soluciones.
El miércoles 16 en los salones de la Casa Blanca esperamos no sea ignorado el cumpleaños del Santo Padre pues este será un motivo de celebrar y donde esperamos que el Presidente Bush de regalo de cumpleaños tenga noticias positivas a todos los que están en el limbo migratorio. Aunque todavía algunas personas piensen que el Papa Benedicto no tiene el mismo carisma que Juan Pablo II, se van a llevar una gran sorpresa. Pues era la misma impresión que tenia pues recientemente visitando a Roma y en la bendición semanal en la plaza de San Pedro, recibí la misma sensación y emoción de cuando por primera vez vi al Papa Juan Pablo II. Vi en el al representante de Cristo, cubierto con el poder del Espíritu Santo, y de nuevo dije: “Papa es Papa” no importa de donde venga, de donde haya nacido o de que color tenga los ojos. Es el elegido de Dios en la tierra.
Así que tanto en Nueva York como en el estadio de los Nacionales en Washington cerca de 43,000 personas estaremos acompañando a este líder de la Iglesia Universal y cuando en Nueva York se reúna con otros lideres religiosos y haga una oración en la zona cero donde miles de personas perdieron la vida a causa de acciones terroristas, nosotros también nos uniremos un oración por la paz mundial y la defensa de la dignidad humana para así recibir a el “pontífice de la esperanza”.
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