José Eugenio Hoyos*
El Diario de Hoy
Viernes, 4 de Abril de 2008
Con gran alegría millones de católicos estaremos presenciando la visita pastoral de Su Santidad el Papa Benedicto XVI a Washington, DC. y a Nueva York, del 15 al 20 de abril. Este será un acontecimiento histórico, no sólo para el pueblo cristiano sino para la opinión pública mundial. Desde hace varias semanas, por ejemplo, en el área metropolitana de Washington nos hemos estado preparando en oración, encuentros musicales, retiros, simposios y foros sobre las enseñanzas y encíclicas de Benedicto XVI.
Hay gran entusiasmo, mucha expectativa, como también frustración y nostalgia por las miles de personas que no podrán ir a los encuentros o participar en la misa masiva que celebrará el Pontífice en el recién inaugurado estadio de béisbol, The National Park, con capacidad para 45 mil personas. Hace un mes a las parroquias del área metropolitana de Washington se les asignó un número de entradas o "tickets" a los encuentros, efectuándose rifas entre los feligreses con la finalidad de evitar el favoritismo.
En todos los lugares se trabaja apresuradamente para construir el altar, el ambón, la silla papal, cientos de parroquianos fueron escogidos entre las mejores voces para formar la coral que le cantará al Papa. Lógico, ya se imaginarán, la policía secreta se reúne casi todos los días para afinar pequeños detalles sobre la seguridad superestricta que tendrá el Papa Benedicto XVI.
Aunque parezca exagerado, el Papa Benedicto XVI pasará a la historia en los Estados Unidos como el ilustre visitante con máxima seguridad. Increíblemente ya el Servicio Secreto sabe sobre el millaje del Papamóvil y cuántos pasos dará Benedicto XVI en los lugares en que se presentará. Algo que no se puede desconocer es que la gente que no consiguió boleto a ningún encuentro podrá ver pasar al Papa Benedicto XVI desde el Papamóvil, en la ruta que a última hora será anunciada a los medios de comunicación.
Desde el Papamóvil, el Papa no podrá desconocer que aunque estará en Washington el estilo de vida ha cambiado; podrá observar en su recorrido los grandes avisos en neón anunciando los restaurantes, supermercados y agencias de viajes, como El Tamarindo, El Cuscatleco, Chirilagua Supermarket, El Pulgarcito, Cuco Lindo, El Atlacatl, La Unión, El Rancho Migueleño, Costa del Sol, Panadería Santa Tecla, Pupusería Santa Rosa de Lima, Tienda del Chele, entre otros. Tampoco podrá desconocer que el 60% de la Iglesia Católica en los Estados Unidos es hispana y que en el área de Washington el 80% es salvadoreña.
El 15 de abril por la tarde llegará a la Nunciatura, donde será recibido por varias delegaciones, el Nuncio Apostólico, el presidente de la Conferencia Episcopal y el Presidente Bush. El miércoles 16 de abril, a las 10:30 a.m., personalmente acompañaremos al Papa Benedicto XVI a la Casa Blanca, donde el Presidente Bush y cientos de invitados especiales le celebraremos el 81 cumpleaños al estilo norteamericano y por la tarde se reunirá con 350 obispos de la Unión Americana.
El jueves 17 celebrará una suntuosa y multitudinaria misa en el estadio de béisbol en Washington. Por la tarde se reunirá con los representantes de más de 200 universidades en la Universidad Católica, en Washington, DC. Por la noche se realizará un acto ecuménico con budistas, musulmanes, judíos, hindúes y representantes de otras iglesias cristianas. El viernes 18 viajará a Nueva York, donde se aguarda con mucha expectativa, pues en el salón principal de las Naciones Unidas dará un mensaje a la Asamblea General. Se espera que en este famoso recinto volverá a tocar los temas de la paz, defensa de la dignidad de la persona, de la vida, de los derechos humanos, Dios es amor, manipulación entre genes, entre otros.
El mundo recibirá un mensaje esperanzador de un gran Papa intelectual y consciente de los problemas sociales que afectan al mundo. Para la comunidad inmigrante esta será una oportunidad para que a través de su presencia y bendiciones devuelva la esperanza a tantos indocumentados, que sufren hoy muy cerca de donde el Papa estará, mucha indiferencia y persecución por su estatus migratorio.
Más de seis mil periodistas se han acreditado para divulgar todos los eventos papales.
El Sumo Pontífice regresará a Roma el domingo 20 de abril, en el avión privado de Alitalia llamado: "Pastor Número Uno".
*Vicario del apostolado hispano de la diócesis de Arlington, Virginia, EE.UU.
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