miércoles, agosto 20, 2008

Hijos De Indocumentados Valen Más Que El Oro

Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
22 de Agosto de 2008

La comunidad inmigrante ha recibido con mucho júbilo la noticia de que un hijo de inmigrantes indocumentados de origen mexicano, ha ganado una medalla de oro en los Juegos Olímpicos en China. Y con gran alegría y saltos de júbilo Henry Cejudo, de 21 años de edad, ganó la medalla olímpica en la categoría de lucha libre.

Este es un ejemplo más de que hay que seguir luchando, que a pesar de los momentos difíciles que viven nuestras familias inmigrantes no hay que mirar atrás; hay muchos ideales, sueños y triunfos en la vida que podemos conseguir si practicamos la fe, la constancia, la disciplina y el querer salir adelante. Los hispanos, por ejemplo, tenemos todas las capacidades, los talentos y los dones; debemos dejar el resentimiento a un lado, pues nuestra meta es avanzar.

La familia de Henry tuvo que pasar por muchas pruebas, discriminaciones, sufrimientos, pero nunca caducó como otras familias latinas, aguantó y perseveró. Al ganar la medalla de oro olímpica, lógico lágrimas de la emoción rodaron por sus mejillas y la bandera de los Estados Unidos, país que lo apoyó y lo arropó como un hijo más que va a los salones de la fama.

En realidad que ojalá el ejemplo de Henry sirva para las nuevas generaciones de jóvenes, sobre todo para que ellos que están en las pandillas, en las maras o en las drogas. Se puede sobresalir de muchas maneras y en cualquier país hay muchas oportunidades para hacer deporte, practicar el arte, la pintura, la música etc. Que tristeza que tanto talento juvenil hoy esté enterrado en muchos de los cementerios a causa de la violencia juvenil o de las drogas.

En una de sus entrevistas a los medios de comunicación, "El Chaparro" como le llaman algunos amigos y familiares dijo: "La mitad de la medalla que he conseguido es mexicana, como mi corazón." Su entrenador Kevin Jackson dice que el éxito de Cejudo se debe primero a que ha reconocido los esfuerzos de su familia, las dificultades de la vida y sobre todo el triunfo a su capacidad deportiva se debe a que en cada entrenamiento, como en cada competencia, ha puesto el mejor ingrediente como es la "pasión."

Nieztche dice: "Quien tiene un buen 'por qué,' acaba por encontrar el 'cómo.'" Cuando se une la pasión y la dedicación, pocas metas se tornan inalcanzables y muchos imposibles se hacen posibles. Con tantas redadas, deportaciones y sufrimientos de nuestros inmigrantes, este hecho heroico cae como una nueva esperanza de que sí se puede.

Para más información sobre Henry Cejudo:

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