Por el Rev. José Eugenio Hoyos
El profeta Daniel en las Sagradas Escrituras, en el capitulo 12, 3 nos dice: “los maestros brillarán como brilla el firmamento, y los que convierten a los demás como estrellas perpetuamente”. Entonces podemos interpretar que los justos que ayudan, que se solidarizan y ponen sus talentos al servicio de los demás brillarán como el sol y las estrellas en el firmamento o en el reino de Dios.
Últimamente nos ha llamado la atención como muchos de los artistas etiquetados por la farándula y por los fanáticos “estrellas”, que sobresalen en diferentes campos artísticos o deportivos, han dirigido su mirada sobre los más pobres, los desplazados y los marginados de nuestra sociedad actual. Nunca podremos olvidar que un 22 de septiembre de 2001, Estados Unidos vivió una de las noches más extraordinarias en cuanto a la solidaridad y amor al prójimo. En ese tiempo dejaron a un lado la competencia y las rivalidades, las cadenas de televisión se unieron en un esfuerzo sin precedentes para organizar en tan solo cuatro días, un tele maratón benéfico que en otras circunstancias habría necesitado al menos dos meses de preparación. El mundo de la comunicación, del cine, y de la música al unísono en un intento sobrecogedor de recaudar fondos para las victimas del ataque terroristas a los Estados Unidos que conmovió al mundo. Participaron en este evento: Tom Hanks, Penélope Cruz, Tom Cruise, Sylvester Stallone, Celine Dion, Mariah Carey, Paul Simon, Brad Pitt, Enrique Iglesias, Whoopi Goldberg, entre otros.
Cada vez la lista es extensa de las grandes estrellas que se han concientizado que es Dios quien les ha dado el talento y que gracias a su poder pueden brillar en sus profesiones y más cuando se dedican a hacer el bien a un pueblo que sufre. “No hay que atesorar tesoros en la tierra, sino en el cielo” (Lucas 12, 32-48). Por ejemplo tenemos a la bella y dinámica Angelina Jolie, la pareja de Brad Pitt, que es embajadora de buena voluntad de la ONU. Cargo que ostentan otras celebridades como los futbolistas Eto’o y Ronaldo, y los actores Roger Moore y Pierce Brosnan.
La lucha contra el SIDA tiene 2 nombres propios: Liz Taylor y Elton John, a los que se ha sumado Sharon Stone. Un caso aparte es el de Bono, líder de U2, que ha batallado contra el racismo, la pobreza y muchas otras causas. El irlandés es uno de los mayores activistas humanitarios del mundo, pero a él se suman Mia Farrow y George Clooney, quienes trabajan en la fundación “Sueños para Danfur”, la cual denuncia las condiciones que se viven actualmente en Sudan. Richard Gere, es un notable defensor del Tibet y amigo personal del Dalai Lama. Jude Law, por su parte es embajador de la organización “Paz por un día”, de las Naciones Unidas y ha viajado a Afganistán para abogar por la defensa de la paz. Y entre los latinoamericanos tenemos a Ricky Martín, quien ha enfocado su trabajo en la lucha contra la trata de personas y la colombiana Shakira, luego de crear la fundación “ALAS”. Un selecto grupo de artistas y magnates, como el mexicano Carlos Slim y el estadounidense Warren Buffett, quienes en mayo pasado anunciaron la donación de 200 millones de dólares. Con solidaridad y unidad de talentos llevaremos paz y forjaremos un mundo más justo.
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