miércoles, abril 29, 2009

Ministros Extraordinarios de la Santa Eucaristía

Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
7 de mayo de 2009

Este fin de semana en las instalaciones del Instituto de Formación Pastoral del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington, se reunieron cerca de 110 nuevos candidatos para Ministros Eucarísticos de diferentes parroquias de nuestra Diócesis.

Los Ministros de la Eucaristía son de suma importancia dentro de la Iglesia por la ayuda que prestan en la distribución de la Santa Eucaristía. El Ministro “Extraordinario” de la Eucaristía es escogido y delegado para una situación pastoral específica. Ejerce el ministerio solamente en la parroquia que lo ha escogido, por un periodo de cinco años, revocable una vez. Sirve en la distribución de la Eucaristía durante las misas y lleva la comunión a los enfermos.



Immensae Caritatis nos da una visión general de la clase de persona que pueden ser llamadas a este ministerio: “La persona que ha sido escogida para ser Ministro Extraordinario de la Eucaristía ha de ser debidamente instruida y debe distinguirse por su vida cristiana, su fe y su moral. Que la persona desee ser digna de este gran ministerio; que cultive su devoción a la Sagrada Eucaristía y que sea ejemplo a otros miembros de la comunidad por su piedad y reverencia por el Santísimo Sacramento. Que nadie que sea escogido pueda causar escándalo entre los fieles. El rito de la comunión encuentra en el corazón y dentro de toda la liturgia eucarística. Todos los ritos van dirigidos hacia el momento de la comunión, cuando los que son alimentados con el cuerpo y sangre de Cristo son hechos uno en el Señor. Los Ministros de la Eucaristía deben, entonces, ser personas interesadas por los demás, sin importarles las diferencias de clase, raza, edad, etc. Todos los que se acercan a la mesa el Señor deben ser bienvenidos y acogidos. Ser Ministros de la Eucaristía significa, pues, potenciar el propio compromiso apostólico, perfeccionar la obra de catequesis y transformarla, según la expresión de Juan Pablo II, en una verdadera nueva evangelización, de la que la sociedad de nuestros días siente una necesidad cada vez mayor. De este modo no hacemos ‘hostia viva, santa agradable a Dios’ (Romanos 12, 1).”


Felicitaciones a los nuevos Ministros Extraordinarios de la Santa Eucaristía.

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