Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Con gran alegría fe y devoción cientos de personas se hicieron presentes en la misión cuaresmal en Orlando, Florida el cual fue organizada por la parroquia de San Francisco de Asís en la localidad de Apopka. Como predicador principal de esta misión quede muy impresionado al encontrar una comunidad vibrante y sedienta de la Palabra de Dios. Y en realidad los feligreses tomaron muy en serio esta invitación con el tema: “Cristo te llama, “únete”. El ministerio hispano en esta parroquia esta muy enriquecido y tiene gran futuro espiritual; tres Misas en español dominicales y con un lleno completo.
Ojalá, cada parroquia antes de la Semana Santa pudiera tener una semana minima de reflexión, oración y penitencia. Jesús enseña que: “si el dueño de una casa supiera a que hora de la noche va a llegar el ladrón se mantendría despierto y no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar” (Mateo 24, 43). En muchas de sus instrucciones, El Señor nos dice: “¡Velen y Oren!” (Mateo 26, 38). San Pablo sabe que la oración requiere persistencia y la lucha contra el mal, y la desunión de las comunidades, exige vigilancia: Constantemente eleven toda clase de oraciones y suplicas, animados por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos (Ef. 6, 18). Velar es estar alerta, es estar en vigilia, pero a su vez pidiéndole al Señor que cuando nos vea medio desanimados, deprimidos o desilusionados de la Iglesia, nos anime, nos despierte. El habita en nosotros para ayudarnos a encontrar lo que es mejor para cada uno y como expreso San Agustín; “Dios esta: mas adentro de mí que yo mismo”. La vigilia que nos pide Cristo, es de vigilarnos a nosotros mismos, de animarnos los unos a los otros, a fin de saber descubrir las tentaciones más sutiles, las cuales como invisibles telas de arañas, tratar de frenar nuestra carrera hacia Cristo.
Hay que estar pendientes de lo que les sucede a nuestros hermanos, para estar listos y ayudarles, auxiliados por medio de los dones y virtudes, que Dios nos ha concedido. Que los testimonios de sanación dados por Cristo a varios enfermos de cáncer, con problemas en la nuca, dolores de espalda, artritis y otras buenas noticias sean signos de sanación en la parroquia de San Francisco de Asís en Apopka, Florida, pues Dios a través de la oración seguirá mostrando su poder.
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