viernes, mayo 07, 2010

Manos de una madre hispana

Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
6 de mayo de 2010

Si hablamos de calentamiento global, crisis económica, crisis de valores, hay que hablar urgentemente de la crisis familiar. Pero una crisis de familia que hay que ponerle suma atención. Este fin de semana le haremos un homenaje importante al ser más tierno y hermoso que Dios puso en el mundo como es la Madre. Por eso, resulta fundamental el revalorizar la figura materna, sobre todo la mamá, como el alma del hogar y este homenaje es para todas las madres del mundo, las madres solteras cabeza de hogar y sobre todo la mamá inmigrante.

¿Qué haríamos en este mundo si las madres no existieran? ¿Qué hubiera hecho Jesús si su Madre María hubiera dicho no? El poder decir Mamá y sentir su respuesta es sin duda la felicidad mas incalculable e indescriptible que un ser humano puede experimentar, pues como sostiene Ross: ‘la mano que mueve a la cuna es la mano quemada en el mundo’.

Siempre por esta época pienso en mi propia Madre que en paz descanse, como hizo para levantar doce hijos, donde todos nosotros éramos tan diferentes y tan inquietos. Cuantas cunas y cuantas veces nuestra madre tuvo que arrullarnos y levantarse a media noche para calmar nuestro llanto y con sus canciones de cuna darnos el sueño angelical. Es muy cierto el dicho de que nadie sabe lo que tienen hasta que lo pierde. Porque tu Mamá es tu aliada siempre, tu fuente de paz, tu libro preferido de referencia. Y aunque físicamente este desgastada, arrugada y maltratada por los años, prefieres tenerla contigo en vez de llorar su ausencia y su recuerdo.

Tu Madre es tu más fiel imagen de Dios, porque lo que más se parece a Dios es una Madre. Para la paz de tu corazón es importante poner en alto tu amor hacia tu madre y hacia la mujer con tu atención, cuidado, respeto, detalles y presencia que idolatrarla cuando físicamente no existe. Un ramo de flores ya no representará nada, ella muerta, cuando las coronas continuamente de espinas, ella viva. Y recordando a San Agustín: “una lágrima por los difuntos se evapora; una flor sobre su tumba desaparece; una oración llega hasta el corazón de Dios”.

La mejor oración a favor de tu Madre es tu amor y cuidado mientas ella respira, pues precisamente ese ha sido su accionar maternal de cara a ti. Y si tuvieras que hacer un retrato de tu Madre, el mismo tendría que estar identificado, por fuerza, con las características de un amor sin límites. Las manos de tu Madre son bendecidas, pues siempre buscan cobijarte, alimentarte, consolarte, acariciaste, bendecirte, animarte, amarte, aguantar, protejerte y salvarte. Y todo este cúmulo de bondad expresado en las manos de tu madre, que es la expresión de su corazón, te han de motivar a respetarla y a honrarla siempre. En nuestros países, dominados por la desigualdad y la pobreza, sobresalen las marcas de heroísmo y sacrificio. ¡Feliz día de las Madres!

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