Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
11 de junio de 2010
Ya no me sorprende ver más y más personas con grandes y grotescos tatuajes en sus cuerpos. Con todo el respeto que las personas se merecen, considero que no deben olvidar que el cuerpo de cada individuo es el templo del Espíritu Santo y por lo tanto no debemos mancharlo con tinta, jeroglificarlo con arte diabólico, u otras expresiones que dan la impresión de quienes los llevan de tener descuidada su piel.
Encontramos tatuajes en personas adultas, jóvenes e increíblemente en ancianos. Ya no importa a que religión pertenezcamos ni que credo practiquemos, los tatuajes religiosos con la imagen de Cristo, los Ángeles, satanás o la Virgen de Guadalupe son los más comunes.
El otro día leía un artículo donde decía que las personas que se hacían tatuajes tomaban decisiones muy serias ya que los tatuajes los acompañarán hasta la tumba, se puede remover con láser es cierto, pero no se puede ignorar que son costosos, dolorosos, y dejan marcas y cicatrices. Hay que tener mucho cuidado de quién hace los tatuajes pues cuando se utiliza la misma aguja o tinta quedan rastros de sangre y si la persona tiene alguna enfermedad infectocontagiosa puede contaminarse.
Los tatuajes no ayudan a embellecer a las personas, todo lo contrario, la persona da la impresión de pertenecer a las pandillas, de no cuidarse el cuerpo etc. Por ejemplo, el Islam prohíbe cualquier alteración corporal hecha como manera de realizar belleza física, y esta incluye tatuajes del cuerpo.
En el cristianismo ocurre lo mismo, no se deben llevar marcas grotescas y antinaturales. Pues por ejemplo, esta práctica bíblicamente hablando en el Antiguo Testamento era considerada una práctica pagana. Según el libro de Levíticos 19:28, dice “usted no hará ningún corte en su carne para los muertos; ni unos ni otros, usted no hará en ustedes mismos cualquier figura o marca. Soy el Señor”. Esta entonces se convirtió en la base para que los cristianos eviten el tatuaje.
Los tatuajes más famosos son estrellas, dragones, kanji, ambigramas, nudos celtas, flores, animales y el sanscrito. No dejes que te rayen la piel cuando Dios con su pincel espiritual tomó tanto tiempo para darte la belleza corporal. Mas bien en vez de grabar tatuajes mundanos en tu bello cuerpo, graba en tu corazón el amor de Dios. Cuídate y valórate pues tu cuerpo pertenece sólo a Dios, no lo manches.
1 comentario:
Qué mente tan corta tiene señor... si el cuerpo es la casa del espíritu santo, pues hay que ponérselo bonito, no?... no opine de cosas que no le van, calladito es más bonito...
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