Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Cada día Dios nos sorprende con tantas cosas maravillosas que pone ante nuestros ojos. Cada nuevo invento, hallazgo y descubrimiento científico no es porque hay una nueva y sofisticada tecnología ni porque los hombres sean mas inteligentes; sino porque Dios sigue actuando y creando para el deleite de los seres humanos.
Descubrimos cosas nuevas al despertar cada mañana, solo si nos paramos a ver los insectos, las aves, las plantas, las arenas del mar y el polvo del camino, vemos que Dios uso su imaginación de una forma velóz y extraordinaria. Todo lo hizo bien y pensando en nosotros.
Siendo agradecidos con Dios no debemos dejar de asombrarnos de todo lo que nuestros sentidos perciben. Desde el asombro, será posible dar un paso hacia el misterio y hacia la autenticidad. Con todas las situaciones difíciles y las crisis que esta viviendo la humanidad hay un camino mucho mas poderoso para animarnos y ver el otro lado de la vida: miles, millones de estrellas, de galaxias hoy nos están saludando y animando a que tomemos la vida desde otra dimensión: con optimismo.
En agosto de 1977, fueron lanzadas al espacio la nave Voyager, las viajeras, dos robots sin tripulación. Se calcula que, a una velocidad de 62.000 kilómetros por hora, tardaran setenta mil años en llegar a Alfa del Centauro, la estrella más cercana a nuestro sistema solar. Alfa del Centauro es una entre los cien mil millones de estrellas que forman nuestra Vía Láctea y la Vía Láctea es apenas una entre los cien mil millones de galaxias que forman el universo.
Con este espectáculo que nos regala Díos incluyendo atardeceres llenos de colores en el mar o en las montañas, los arco iris, las diferentes fases de la luna. Esplendorosos amaneceres, los cambios de las estaciones, los diferentes climas, y la diversidad de las personas. No toca preguntarnos ¿y por que entonces llevamos una vida tan aburrida y tan apresurada?
Cada día debe ser una sorpresa, cada actividad una fuente de asombro. Atrevámonos a innovar a proponer, a soñar, a convertir nuestras actividades en una fiesta cada ser humano es toda una maravilla.
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