viernes, julio 30, 2010

Somos un proyecto como las estrellas

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Todo lo que Dios ha creado en el universo es bello, maravilloso y espectacular, en mi concepto personal después de los seres humanos si me preguntaran que es lo que mas admiro en el universo yo diría que las estrellas del firmamento.

No podemos desconocer que los seres humanos somos los únicos que no tenemos determinado el destino en nuestro código genético. Somos los únicos que estamos en capacidad de vivir la vida como un proyecto, podemos hacernos, inventarnos, llegar a ser lo que decidamos ser. Hemos creado los instrumentos de música y los de tortura, la generosidad y el asesinato. Abundan los tiranos y los opresores, pero también los santos, los héroes que han sido capaces de dar su vida por defender la de los demas.

Todos estamos guiados e iluminados por las estrellas, unas brillan mas que otras y otras abren paso a los luceros. En palabras de Cavarrus, un jesuita de Guatemala, “todos tenemos heridas que nos impulsan a obrar como no querríamos, pero también tenemos un pozo de posibilidades creadoras, de donde mana agua fresca en la que podemos lavar nuestros cansancios, curar nuestras heridas y aliviar las de los demás”. Saint Exupery cierra ese poema de la sencillez y la amistad que es el principito con estas palabras: “ve, busca un pozo, un pozo de agua que es tu ternura, echa tu ternura como el agua en tus manos y dala de deber a todo el que conozcas, ve a donde yo estoy y dámelas, porque yo soy tu amigo… y buscando pozos en el desierto, no tenemos a las falsas apariencias, preguntando, trabajando, soñando y volviendo a soñar se puede llegar a las estrellas”.

No me acuerdo exactamente donde leí que soñar con las estrellas representa los momentos de prosperidad que se avecinan. Si tenesmo uno de estos astros sobre nuestra mano, entonces nos muestra la visita de un ser querido al que no veíamos hace mucho tiempo o un embarazo.

Es normal que los jóvenes sueñen con cielos azules y estrellados o estrellas fugaces. Los del primer tipo reafirman su afán de encontrar el amor. El segundo, anuncian un suceso de gran alegría o emoción pasajera. Se me vino a la mente escribir este articulo porque hace dos semanas que fui a predicar a El Salvador, en la casa que me hospedaron, cuando me fui a dormir por la noche, apague la luz y el cielo del cuarto se ilumino de estrellitas fluorecientes. Y esa noche como pura coincidencia soñé que había una gran lluvia de estrellas. Y en medio de ellas estaba Jesús.

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