miércoles, enero 19, 2011

Los derechos humanos son regalos de Dios

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

El escritor español Miguel de Cervantes Saavedra en su famoso libro Don Quijote de la Mancha decía: “la libertad, querido Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar…”.

Los derechos humanos son lo más importante y valioso que tenemos los seres humanos entregado por Dios. Los derechos humanos nos permiten vivir como seres humanos, con dignidad e igualdad con los demás. Todas las personas tenemos derechos humanos desde que nacemos.

Los seres humanos tenemos los mismos derechos, sin distinción de edad, sexo, raza, nacionalidad o condición social. Los hombres y las mujeres, los niños(as), los jóvenes, los adultos y ancianos o adultos mayores, los nacionales o los extranjeros, los ricos y los pobres y todas las demás personas, tienen los mismos derechos.

Los derechos humanos son universales, nos pertenecen a todos los seres humanos, en todo momento y lugar. Los derechos humanos forman parte esencial de nuestra vida. Se relacionan con todas nuestras actividades diarias, ya sea en la vida familiar, social, escolar, deportiva, cultural o religiosa.

Ellos protegen nuestra vida, nuestro cuerpo y nuestra mente, nuestra libertad y nuestra forma de pensar. Son facultades que nos permiten expresar libremente lo que pensamos. Tomar decisiones en nuestras vidas; de estudiar y educarnos, ser personas responsables; tener alimentación, salud, una vivienda digna y formar parte de una familia. Así como tenemos derecho a que los demás respeten nuestra vida, nosotros tenemos el deber de respetar la vida de los demás. Por lo tanto, nadie tiene derecho a quitarnos nuestra vida, ni aun antes de nacer. El derecho a la vida es el derecho humano más importante que tenemos, por lo que debemos exigir que se respete nuestra vida, y al mismo tiempo debemos respetar la vida del que no ha nacido.

Tenemos derecho a aire puro y agua limpia, que garantice nuestra salud. La protección del medio ambiente asegura la vida, la salud y la alimentación y el futuro de la humanidad y de la vida de nuestro planeta. Tenemos derecho a practicar una religión; la religión nos permite tener nuestras propias creencias sobre la existencia de Dios, sobre el origen del universo y el origen de la naturaleza, y de la vida de los seres humanos. No podemos olvidar también que los católicos tenemos derechos y deberes.

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