martes, noviembre 29, 2011

En Ginebra, Colombia, el Alcalde recibió sanación – Parte II


Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Fuera con el cáncer, fuera con los problemas de la próstata, la depresión, la artritis, las alergias, fuera con la tristeza…etc. Adentro con la sanidad, adentro la oración, adentro la alegría y el amor de Dios. Todo un pueblo maravilloso lleno de fe y esperanza en compañía de su párroco el Padre John Freddy y su vicario el Padre John, y todos los entusiastas voluntarios que con manos abiertas recibían cientos y cientos de abrazos por su gran trabajo.

Todos esperaban lluvia y truenos y lo que recibieron fueron lluvia de bendiciones y sanaciones y el trueno sanador del Espíritu Santo. Todo un pueblo generoso reunido no solo para recibir sanación, sino para dar su aporte económico y de esa manera ayudar a construir una capilla en la vereda de la Floresta en Ginebra (Valle), Colombia.

Al día siguiente visitamos la vereda y cientos de personas nos esperaban con enfermos terminales que no pudieron llegar hasta el parque de la música, pero que ahora esperaban su turno para que con la oración Cristo sanara sus heridas y dolencias. Fueron momentos impresionantes, me hizo recordar lo que la Biblia nos narra que en los caminos le traían a Jesús los enfermos para que Él les impusiera las manos y los sanara.

Hasta el alcalde de la ciudad Argemiro Jordán uno de los impulsores y colaboradores les contó a los sorprendidos asistentes de que desde hacía varios años le habían detectado un tumor cerebral y después de un año al imponerle las manos y hacerle oración, su tumor después de estar grande como un limón se ha reducido a la medida de la punta de un lápiz y los mareos y dolores de cabeza han desaparecido para la gloria de Dios. El segundo libro de los Reyes nos habla del leproso que por orden del profeta Eliseo, el general del ejército del Rey Aram tuvo que bañarse siete veces en el Jordán y solamente cuando cumplió lo ordenado recupero su salud (2 Reyes 5, 14).

Con alegría y ojos de fe empezamos a recibir testimonios impresionantes de sanación desde Colombia. Para la hora y gloria de un Cristo Vivo! Amén!

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