miércoles, noviembre 30, 2011

La oración trae como premio la sanación y la esperanza


Por el Rev. Jose Eugenio Hoyos




Hemos comenzado con alegría y abriendo nuestros corazones a la preparación en oración y reconciliación a la llegada y nacimiento del ser más extraordinario de la historia: Cristo Jesús en el tan esperado Tiempo Litúrgico de Adviento.

El Tiempo de espera, de preparación, el tiempo de aceptar el gran regalo de Dios en su propio hijo significa estar listos con los brazos abiertos y extendidos en lo alto para recibir al Rey Divino, al Salvador del Mundo. No es un personaje cualquiera es el mismo Dios humanizado que vienen a traernos con su propia mano generosa la esperanza y su luz divina.

Es por eso que todos los creyentes preparemos con gozo y fortalecemos nuestra fe para abrir a lo grande las puertas de nuestros corazones al Divino Niño. El Papa Benedicto XVI nos dice que la mejor escuela de la esperanza es la oración: “cuando ya nadie me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios. Si ya no hay nadie, siempre puedo hablar con Dios. Si ya no hay nadie que pueda ayudarme cuando se trata de una necesidad o de una expectativa que supera la capacidad humana de esperar Él pudo ayudarme”.

La persona que ora, reza y alaba nunca esta totalmente sola, aunque se vea relegada a la extrema soledad, no podemos ignorar que nuestro destino final no es una tragedia, sino la meta luminosa que guía la vida: nuestro encuentro pleno con Jesús, cuando nos llame a vivir para siempre en su presencia. Cuando te concentras en una oración y en un dialogo sincero con Cristo Jesús ayudara de una forma indirecta a cargar los sacos pesados que llevan en los hombros muchas personas en su diario vivir con quejas y lamentos, tristezas, resentimientos o enfermedades… pero a través de la presencia de Jesús hay sanación y en las oraciones hay respuestas que alivian y refrescan el alma.

Es por eso que con la oración bien hecha tu vida rota puedes coserla, tu vida infeliz puedes hacerla feliz. Tu vida infiel puedes convertirla en fiel. Tu vida mental enferma, dependiente, cargada, tienes la oportunidad de sanarla, independizarla y liberarla. Tu vida sin ilusiones, sin metas y sin riesgos es posible inyectarle sentido, propósitos, novedad. Porque lo que hoy en día más necesitan la personas es disfrutar y vivir en una buena oración.



No hay comentarios.: