Por Rev. José Eugenio Hoyos.
Estos últimos meses del año han sido una gran oportunidad para prepararnos en Oración y seguir aumentando nuestra Fe para la gran venida de Cristo Jesús en nuestras vidas.
La palabra Adviento significa “llegada” y claramente indica el Espíritu de vigilancia y preparación para todos los Católicos en el mundo entero.
En el tiempo de Adviento es el mismo Jesús quien nos toma de la mano y nos enseña el camino por el cual cada Bautizado debe recorrer tomando conciencia de lo que vamos a celebrar y de la gran alegría de lo que vamos a encontrar en la Oración, el ayuno la practica de las buenas obras y en la frecuencia de los Sacramentos.
Acompañados de la generosidad, el entusiasmo en participar en los eventos Espirituales de la Iglesia, nos renovamos para ser mejores, para recibir el Mesías prometido...
Durante las cuatro semanas anteriores a la navidad, la Iglesia a través de la liturgia nos ayuda a prepararnos Espiritualmente a la llegada triunfal de Cristo. Ya los Sacerdotes hemos dejado el color verde del tiempo ordinario para vestir nuestros Ornamentos de color morado que nos recuerda en nuestras celebraciones la actitud de sacrificio y penitencia que todos los Católicos debemos tener para prepararnos a tan importante visita.
El encuentro con Cristo es la expresión de Fe mas maravillosas que podemos experimentar, todos los cristianos Y quien quiera encontrarse con el Cristo viviente debe penetrar en el Misterio de su presencia a través de la Liturgia. Es necesario que el Cristiano en este tiempo haga un viaje Espiritual en su interior.
El tiempo de Adviento nos da una gran oportunidad de acercarnos a la presencia de Cristo Jesús el Emmanuel: Dios entre nosotros.
Adviento nos invita a celebrar y contemplar el nacimiento de Cristo en Belén, es una invitación a estar siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor en la justicia y en la fraternidad amorosa hacia los demás. Es un tiempo importante para realizar un plan para que no solo seamos buenos en Adviento sino siempre; analizar que es lo que mas trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer en lo mismo.
La espera de la Parusía (llegada de Cristo por segunda vez) continuará hasta el final de los tiempos, hasta entonces Isaías, Juan Bautista y la Virgen María seguirán siendo los grandes modelos de la esperanza y los grandes refuerzos de nuestra Fe que nos redimirán, convertirán y cambiaran nuestras vidas.
El día de la venida de Cristo como nos dice el libro de Isaías Cap. 30 Vers 26 “La luz de la pálida luna será como la luz del sol ardiente y la luz de este sol será siete veces mas bella: la luz de la semana entera vertida en aquel día.
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