Por Rev. José Eugenio Hoyos.
Comprobamos una vez más en el Vigésimo Séptimo encuentro Carismático en Fresno California de que los Católicos Renovados en el Espíritu están prendiendo los motores y abriendo grandemente las puertas en este año internacional de la Fe.
Cristo Jesús verdaderamente nos impulsa con sus palabras inspiradoras a centrarnos y dar fuerza a la Fe en cada testimonio de Sanación o conversión; reconocemos que Jesús sentía una compasión inmensa por todos los enfermos, los excluidos, los ignorados en la sociedad: Las Sagradas Escrituras claramente indican que el sentía compasión por ellos “porque eran como ovejas que no tenían pastor” por eso era que procuraba que todos vinieran a ÉL y lo siguieran (Mateo 9:36) el gran propósito y la acción salvífica de Cristo al venir a la tierra era morir en la cruz del calvario, no solo para quitarnos el pecado y la culpa que nos agobiaban, sino para llevar sobre si nuestras enfermedades y dolencias. (Isaías 53:4).
Jesús sanó las enfermedades de los que venían a él, aun antes de ser crucificado todo lo que Cristo esperaba hallar en los que oían era Fe (Hebreos 11:6).
La verdadera Fe se demuestra en nuestras actitudes, nuestra pasión y ganas de demostrarle al mundo que Cristo esta vivo y continua trabajando en la Salvación de cada uno de nosotros sus hijos predilectos
Una Fe que se siembra y se enraíza en el reconocimiento del poder de la palabra de Dios realmente funciona y presenta maravillosas Sanaciones y grandes cambios.
Dios no nos sana superficialmente sino que sus rayos de misericordia cicatrizan con gran poder cualquier herida o enfermedad.
Para sanarse hay que creer convencidos de que si va a suceder en el nombre de Cristo.
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