Unas 2,000 personas rezan por la paz en Siria y en el mundo durante una
Misa de sanación.
Respondiendo al llamado del Papa
Francisco de rezar por la paz en Siria, más de 2,000 miembros de grupos
carismáticos de la diócesis dedicaron una Misa de sanación por la paz mundial
el 7 de septiembre en la Iglesia San John Neumann en Reston.“El Papa ha pedido hacer oración especial por ese país este fin de semana”, dijo Juan Guerrero, coordinador del grupo de oración carismática de San John Neumann. “Por la situación de turbulencia que está viviendo (Siria) ahorita y el estado de guerra que está a punto de estallar”.
Llenando las bancas de la parroquia, parroquianos levantaron dibujos de palomas blancas y oraron para que Dios lleve la paz al Oriente Medio — especialmente a Siria donde la guerra civil se ha intensificado.
Durante la Misa, el Padre José E. Hoyos, director del Apostolado Hispano, pidió que los pueblos en conflicto puedan entenderse por medio del diálogo y el perdón.
“Concédele la paz y el entendimiento al pueblo de Siria, que necesita tranquilidad, bienestar y unidad”, oró el Padre Hoyos. “Cambia los corazones que sufren de odio, horror y venganza por el asesinato y la pérdida de sus seres queridos”.
El Padre Hoyos rezó por todos los niños, jóvenes, adultos y ancianos que murieron asfixiados por gases tóxicos en agosto 21, en un ataque de armas químicas que se cree fue ordenado por el presidente de Siria.
Esta vigilia mundial tuvo lugar el mismo día en el cual el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, se reunía con líderes europeos para convencerlos de atacar al gobierno del presidente sirio Bashar Assad.
En el Vaticano, el Papa habló de los horrores de la guerra en términos bíblicos; mientras que alrededor del mundo, miles pidieron que Dios cambie la conciencia, la mente y los corazones de los gobernantes.
Esta Misa ya estaba programada pero, debido a la petición del Papa, se volvió un clamor por la paz en el mundo además de una noche de sanación, dijo Jesús Villanueva, presidente de la Renovación Carismática y feligrés de la Iglesia Cristo Redentor en Sterling.
Flori Mes, de San John Neumann, ayunó por la paz en Siria. “Aunque estemos lejos podemos hacer esto para apoyar y para sentirnos en armonía con los hermanos y para darles fuerzas”, expresó.
Continuando con el pedido especial de la Misa, la ceremonia de imposición de manos fue remplazada por la adoración al Santísimo Sacramento, en la cual el Padre Hoyos llevó la custodia con la Eucaristía por toda la Iglesia para que sanase a los enfermos.
Una grabación de la Misa será mandada al Vaticano para mostrarle al Papa que varias parroquias se están uniendo a su llamado de paz.
Rosa Reyes, feligresa de la Iglesia San Antonio de Padua en Falls Church, vino con su familia a la Misa de sanación y se dio con la sorpresa de que la Misa estaba siendo dedicada por la paz en Siria.
“Dios sabe lo que hace porque nos hemos unido a las peticiones del Papa”, expresó Reyes. “Solo con Dios se puede obtener la verdadera paz”.
El Padre Hoyos — co-celebrando la Misa con el Padre Andrés Fernández, sacerdote de la Iglesia San Juan Apóstol en Leesburg — dijo que la diócesis de Arlington se une a otras diócesis del mundo y ponían su confianza en las manos de Jesús.
“Esperemos que nuestra petición sea como una onda de paz recorriendo las ciudades, los pueblos los mares hasta llegar al pueblo de Siria y a todo el mundo”, dijo el Padre Fernández.
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