Por Fidel Hurtado-Zapata.
Millares de fieles en todo el mundo se unieron en Ayuno, Oración
y ante el Santísimo para pedir por la paz de Siria.
La comunidad hispana del área metropolitana de Washington y
en especial la Diócesis de Arlington en cabeza de nuestro Obispo Paul Loverde
se hizo presente alrededor de todas las Parroquias que dijeron si a la reconciliación
y al llamado de solidaridad mundial “La guerra es siempre un fracaso de la
humanidad” dijo el Papa ante 70.000 personas provenientes de todo el mundo y
exhortó a “seguir otra vía”.
“! Que Dios proteja a Siria!” cantaron los fieles durante la
Misa oficiada por el Patriarca Católico Melquita Gregorio III Lahem.
En Reston, Virginia la Parroquia de San John Neumann se vio
abarrotada de fieles apoyando la paz de Siria, con una entusiasta Misa de Sanación
ofrecida por el Padre José Eugenio
Hoyos, Director de la Renovación Católica Carismática de Arlington y Director
del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington Virginia.
La multitudinaria convocatoria fue recibida con animosos
cantos, acompañados de miles de palomas elaboradas en papel blanco que al ritmo
de la música la gente movía y Oraba por la paz.
Además del Padre José E. Hoyos concelebraron la Misa el Padre
Andrés Fernández y por el Diacono Sergio Alvarez.
Esa noche se dieron impresionantes testimonios de Sanación de
cáncer, infertilidad, parálisis facial, sanación de Tumores y Sanación Espiritual
interior sanando problemas de depresión.
Al finalizar la Misa se cantó la Alabanza de la Oración por
la paz y se realizó una preciosa Hora Santa con la maravillosa presencia de Jesús
Sacramentado.
Tenemos que callar y silenciar los fusiles y tanques de
guerra con nuestras Plegarias y Oraciones; el mundo no puede permitir una vez más
que cientos de niños y ancianos inocentes sean exterminados vilmente con gases químicos
y tóxicos. Hay que alertar al mundo al respeto de la vida y a la convivencia
fraterna y en paz.
Finalmente el Padre Hoyos dijo a los feligreses “Hoy hemos
venido a pedirle a Cristo. Sanación de mis depresiones y enfermedades pero más
bien pidámosle y ofrezcamos a Dios: Nuestros dolores para que no haya guerra,
ni asesinatos, ni violencia en el mundo. El mundo necesita Sanación”
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