miércoles, octubre 01, 2014

Los católicos no somos supersticiosos

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Todo Católico Bautizado debe creer solo en Jesucristo; Él es el hijo de Dios y Padre nuestro.
Desafortunadamente muchos católicos nos hemos dejado contagiar de las supersticiones y hasta creemos en ellas. Superstición es una creencia semireligiosa irracional infundada, que trata de convencer a las personas  de que ciertas obras, objetos o números pueden traerle suerte o desgracias.

Por ejemplo creer que romper  un espejo o pasar por debajo de una escalera trae mala suerte; o colocar dentro de la casa una planta de savila trae buena suerte, lo mismo que tener una herradura trae buena aventura. O que el numero 13 o un gato negro pueden traer desgracia etc.
Cuanto menor sea la verdadera Fe de una persona mayores son sus supersticiones. La gente que cree en el poder sanador y liberador de Cristo debe entender que hasta la sangre y las llagas de Jesús tienen poder y no el hombre.

Por ejemplo dentro de la comunidad hispana es muy común encontrar personas que creen en las cadenas de oraciones, copiadas o clonadas supersticiosamente. Copiar una oración, sacar cierto número de copias y enviarlas a otras personas. Dicen que si lo hace tendrá éxito y si no lo hace tendrá enfermedad, castigos y le llegara la sal al hogar. Y añaden una serie de ejemplos, sin duda inventados por mentirosos para convencer a la gente ingenua.


Es creer que Dios va a mandar un castigo por lo que no es pecado y que Dios tiene la  obligación de darle a uno éxitos solamente porque copio una formula varias veces. Eso se llama condicionar a Dios y a su poder. Por favor no se dejen engañar y contaminar su Fe; estas cadenas hay que romperlas y no dejarlas circular.
Otra superstición que debilita nuestra Fe es el talismán pues es algo que ataca y conquista. Los supersticiosos le atribuyen grandes poderes al talismán, dicen que el talismán facilita la realización de todos los deseos, atrae amigos y riquezas y ayuda a conquistar amores.

Otro talismán peligroso es la tierra de cementerio y que ojala sea el cementerio donde está sepultado un ser querido. Con esto creen estar seguros de que el alma del difunto velara sobre sus intereses y esto es una gran mentira. Los ladrones de almas lo que quieren es que usted  pierda la Fe y crea menos en la ayuda de Dios.
Un buen Católico no cree en nada de eso si le somos fieles a la doctrina de la Iglesia.

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