Miles y miles de asistentes Católicos Carismáticos cantaban, Oraban, aplaudían en el XXXIII congreso Arquidiocesano Carismático celebrado recientemente en el ya reconocido auditorio Benito Juárez de Guadalajara, México.
El Padre José Eugenio Hoyos comenzó su predica con el lema: “Jesús es mi luz y mi salvación” donde incitó a los creyentes a renovar más la Fe; a frecuentar más los Sacramentos a unirse a las obras de solidaridad y a ser más perseverantes en la Oración para que así en santidad y en conversión entre la luz de Cristo a iluminar nuestra vida y nuestra sociedad.
Todo acercamiento al señor aumenta nuestra Salvación y nuestra Sanación. Pero la manera más intensa para unirnos ahora con el señor es la contemplación en esta etapa avanzada de la Oración recibidos en el rostro del alma la proyección de la luz divina y “Gustamos que el señor es bueno” (1 Pe 2,3).
A medida que la luz del Espíritu Santo vaya llegando a las profundidades de nuestro Espíritu y al centro de nuestra conciencia, irán desapareciendo los restos de las tinieblas y la oscuridad y las huellas dolorosas de nuestros pecados y de las heridas que sin culpa personal recibimos desde nuestro origen. “Contemplad a Cristo y quedareis ardientes”.
Al pasar el santísimo ante la
multitud, se sintió la fuerza sanadora y liberadora de Jesús Eucaristía. Fue
impresionante la Fe y la esperanza de los asistentes que aclamaban a un Cristo
vivo. Fueron días de poderosas Bendiciones.
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