martes, septiembre 01, 2015

Padre José Eugenio Hoyos en Costa Rica sanando heridas

Por Karla Alemán


El Padre José Eugenio Hoyos, asesor de la Renovación Carismática en la Diócesis de Arlington, Virginia fue el invitado central a la gran Misión Diocesana y Parroquial de San Agustin de Hipona en San José, Costa Rica.
Miles de personas se dieron cita a esta gran misión participando en los cinco días donde el público pudo experimentar el poder sanador y liberador de Cristo Jesus.


El Padre Hoyos hizo énfasis en que toda sanación y en toda Eucaristía actúa directamente Dios. Las heridas no sanadas pueden reducir enormemente nuestra libertad. Superar las ofensas, es una tarea sumamente importante, porque el odio y la venganza enferman a las personas. Los resentimientos y el rencor hacen que las heridas sean más profundas y dolorosas.

El acto de perdonar es el gran comienzo de sanación y de liberación de heridas del pasado. Con una fuerte oración y acompañados de alabanza se descubren las llagas que pueden ser sanadas y liberadas con la Sangre de Cristo. Perdonar significa renunciar a las venganzas y al odio. Perdonar exige tener un corazón misericordioso y generoso. Significa ir más allá de la justicia. Necesitamos el perdón, porque todos hacemos daño a los demás, aunque algunas veces quizá no nos demos cuenta.




Necesitamos del perdón para deshacer los nudos del pasado y comenzar de nuevo. Cada cristiano debe mirar a la cruz como un gran signo de perdón, pues fue allí que cuando broto la Sangre de Cristo en las llagas nació la sanación y liberación. 

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