Por José
Eugenio Hoyos
No podemos esperar a que llegue el día exacto de la celebración
de los 50 años de la Renovación Carismática a nivel mundial.
Estando predicando y en misión en la ciudad Milagro del Ecuador
tuve la oportunidad de decirle a la multitud congregada en la celebración del
congreso de sanación y evangelización que estas son las mejores oportunidades
para prepararnos espiritualmente a la llegada del Jubileo de la RCC.
Hay que ser perseverantes en la oración y pedir cada día y en
cada grupo de oración que el Espíritu Santo nos envié un nuevo Pentecostés, que
haya un nuevo derramamiento de dones y carismas. Que vuelva a fluir el don de
lenguas que en muchos lugares se ha apagado, que cada Carismático predique la
palabra de Dios con fuerza, que haya fuego en nuestras alabanzas, y que el don
de sanación y liberación libere al hombre que se encuentra desorientado y
alejado de Cristo y no conoce las maravillas y misericordia de Dios.
1 de Juan 2-15-16 nos dice: “No amen al mundo ni lo que hay
en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Pues toda
la corriente del mundo, la codicia del hombre carnal, los ojos siempre ávidos y
la arrogancia de los ricos, nada viene del Padre, sino del mundo.
Pasa el mundo con todas las codicias, pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre. Ecuador como toda Latinoamérica se
prepara con grandes eventos a vivir el cumpleaños de esta gran corriente de
gracia: La Renovación Carismática.
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