Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
16 de mayo de 2008
El secularismo en muchas partes del mundo avanza de forma vertiginosa y hasta en silencio pero con unos resultados increíbles. Los católicos y cristianos comprometidos debemos lanzar una voz de alerta. Pedirle sabiduría y conocimiento al Espíritu Santo para contrarrestar el secularismo que está desplazando a Dios de nuestra sociedad actual. Nos puede iluminar el momento actual la parábola de "la levadura con la que una mujer fermenta toda la masa" (Mateo 13,33); es decir una iglesia que intenta ser levadura anima, ilumina, denuncia, orienta, etc.. Una iglesia que trabaja con un poco de levadura lo pequeño, lo pobre, lo sencillo, pero bien orientado, preciso. Una iglesia que fermenta la masa, que está en el pueblo, abajo en la masa, trabaja con la masa, descentralizada. Una iglesia que trabaja como la mujer, en silencio, en el cotidiano, capacidad de contemplación, con imaginación (Lucas 14, 16-20). Si evangelizar es hacer lo que hizo y dijo Jesús y en la sinagoga mostró que vino a evangelizar a los pobres, sin excluir a nadie, entonces la respuesta no puede ser otra, aunque se hayan dado otras: desde los pobres para todos los demás.
La tentativa y el intento siempre ha sido responder a las exigencias de una educación y evangelización de una verdadera identidad católica, siempre buscando una respuesta solvente, pedagógica a las realidades sangrantes y crudas que viven los marginados en nuestra sociedad. La educación y evangelización tienen sus condiciones y exigencias: hay que partir de nuestra realidad y la realidad es que estamos en una “sociedad conflictiva.” Veamos por qué.
Porque hay grandes diferencias en la posesión de los bienes, el 80 por ciento de la riqueza está en manos del 5 por ciento de la población.
Nuestra sociedad es conflictiva porque hay una tendencia secularista, quieren suprimir el sentido religioso o relegarle a la esfera privada.
Es conflictiva porque se subraya, se denuncia la injusta distribución y reparto de los bienes.
Tomemos nota de esta advertencia de Puebla: "Hoy día la juventud es manipulada especialmente en lo político y en el uso del 'tiempo libre'. Una parte de la juventud tiene legítimas inquietudes políticas y conciencia de poder social. Su falta de formación en estos campos y la asesoría equilibrada la lleva a radicalizaciones o frustraciones. El joven ocupa gran parte del 'tiempo libre' en el deporte y en la utilización de los medios de comunicación social. Para algunos, son instrumento de educación y sana recreación; para otros, elementos de alienación." (N 1172)
Una educación evangelizadora tiene que ser humanizante, personalizada y personalizadora, que promueva la socialización, las culturas, la promoción integral de todos los hombres y de todas las mujeres, que eduque para la justicia, la responsabilidad, la libertad, la solidaridad, el servicio, la participación, la comunión. Transmita el mensaje de Jesús, como el rostro de Dios, como el modelo de la persona libre, que abogue por la defensa de la vida, del matrimonio, que invite a la conversión personal a Dios y a la conversión comunitaria para defender la fe católica y su tradición, proteger la dignidad de los inmigrantes, a la comunión fraterna, a todos los valores del reino.
Hoy, desde las bases sólidas de la iglesia, todos tenemos una tarea de profetizar antes de que el secularismo nos gane la partida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario