jueves, marzo 05, 2009

Minas antipersona: un atentado contra los inocentes

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Me duele y me preocupa que mi amado país Colombia ocupe el primer lugar en el uso de las minas antipersona. Tristemente he podido hablar y escuchar las desgarradoras historias de tantas personas que han quedado invalidas o discapacitadas por este horrendo crimen. Cuantos niños, jóvenes y ancianos sin tener que ver con nada en esta violencia y guerra ahora han quedado postrados en sillas de ruedas o en muletas. Hoy se calcula que por lo menos 80 países, la mayoría de ellos del tercer mundo, tienen enterradas 167 millones de minas.

El vicepresidente colombiano Francisco Santos encabezó en Suiza el lanzamiento mundial de la Conferencia Internacional contra Minas que se realizará este año en Cartagena de Indias en Colombia. “Mientras los terroristas continúan su macabra labor de sembrar muerte y dolor en las tierras y caminos que deberían estar destinadas al progreso y la comunicación, las fuerzas militares de Colombia cumplen estrictamente los términos de la Convención de Ottawa”, dijo.

El pasado 7 de mayo de 2008, el fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez dentro de una de sus premiaciones ante cientos de asistentes dió un campanazo de alerta sobre las minas antipersonas y en su discurso jaló las orejas al gobierno español por la producción de armas y la venta de minas antipersona esto ocurrió cuando recibió el Premio Ortega y Gasset por su gran trabajo. Harían falta 1, 100 años y 30.000 millones de euros para erradicarlas. Desactivar y destruir una mina cuesta 750 euros. Las armas ligeras, entre los que se encuentra las minas antipersona, son las responsables materiales de cuatro de cada cinco victimas de los conflictos armados (Fuente: el blog de Gervasio).



Ojalá tomemos conciencia de crear y fundar un grupo de apoyo en cada ciudad a nivel internacional para denunciar esta clase de atrocidad, el mundo no puede tolerar mas ver niños, jóvenes y ancianos inocentemente mutilados sin brazos y sin piernas en una guerra sucia que no es de ellos. Denunciamos y criticamos con dureza estos procedimientos inhumanos. Gracias a Juanes por la canción antiminas. No te acerques a las minas antipersona, cada persona esta llamada a respetar la vida y la de los demás igualmente esta invitada a decir no a la guerra y a difundir una cultura en contra de las armas y sobre todo las minas antipersona.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Qué debe de sentir un ser humano trabajando en una fábrica de minas o de armas en general?
¿Qué clase de moral o ética humana, tiene un traficante o negociante en armas?
Como parte del sentimiento de patriotismo, se nos enseña a respetar y vanagloriar a nuestro ejercito. Piensen…cada ciudadano de cada país a “su ejercito”. Implicando que los demás son un enemigo si no real, al menos potencial.
¿Cuál es el fin de un soldado? ¿Porqué se ensalzan y alaban tanto las proezas militares?
Y a los líderes y grandes generales de la historia y presentes.
La guerra es infierno. Los que la han vivido de una forma u otra, -de un lado o de otro- nunca olvidan.
Aun así, las culturas y civilizaciones, se han ido formando y destruyendo, al son de las armas y de la guerra...
Como dijo un general de un planeta que nunca existió: “El carnicero de un pueblo, es el héroe de otro”.
Mientras esto no acabe, esta cultura de violencia y falta de hermandad…es como con lo del hambre mundial…lo mismo hace falta. Hermandad Mundial. El gran mito, por lo tanto…la tragedia continuara.
Los cristianos debemos de tener fe y esperanza…pero no olviden: Hora et labora. O…”A Dios rogando y con el mazo dando”.
Cada uno debemos de poner nuestro granito de arena para poder ayudar a terminar con esas plagas. ¡Que Jesús nos asista!...desde dentro de nuestros corazones.
Visiten:
www.canadianlandmine.org/