Por el Rev. José Eugenio Hoyos
En esta semana en diferentes partes del mundo estaremos celebrando el Día Internacional de la Mujer. Según las Naciones Unidas el 8 de marzo es la fecha en que hacemos un alto en nuestras faenas y ocupaciones para resaltar al ser más bello del mundo como es la mujer. En esta oportunidad reconocemos la lucha de la mujer por su participación en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países y es conmemorada por las Naciones Unidas.
Las mujeres definitivamente deben ser reconocidas como el brazo fuerte de la sociedad y de la familia. Hay que continuar educando a nuestras nuevas generaciones hispanas sobre el falso machismo y de que las mujeres tienen que ser sumisas y quedarse en el hogar limpiando, cocinando y criando cantidad de hijos. Gracias a Dios ese concepto ha cambiado pero todavía falta mucho por hacer, para tomar conciencia de que a la mujer hay que darle un puesto de igualdad en la sociedad y en la familia.
En muchas partes del mundo hay que crear conciencia del papel que juega la mujer. Todavía hay explotación sexual de las mujeres. En Centro America, por ejemplo, pude hablar con algunas de ellas en El Salvador que trabajan con las maquilas en Sonsonate, el Pedregal y Olocuilta (en el departamento de la Paz) de cómo sus patrones las tratan como esclavas, los horarios son extenuantes donde la mayoría de ellas para no perder sus trabajos tienen que sacrificar tiempo con sus hijos o sus seres queridos. Y ni que hablar de los sueldos miserables y escandalosos que estas mujeres reciben. Todo lo hacen por la necesidad y la falta de oportunidades. Encontramos también en el campo, las trabajadoras invisibles del mundo.
La recopilación de estadísticas en estos casos han confirmado dos cosas: la mayoría de las personas pobres del mundo son mujeres y ellas tienen la responsabilidad de alimentar a hombres y niños hambrientos y así mismas cultivan, cosechan, cazan o pescan los alimentos para la familia, llevan leña y agua a la casa y preparan y cocinan los alimentos. Desafortunadamente este tipo de mujeres tiene poco apoyo y acceso a los recursos, a la capacitación y a los préstamos financieros. La ONU el 6 de marzo de 2008 afirmó que el desarrollo va de la mano de la liberación femenina y alentó al mundo a “inventar en el futuro de las mujeres y las niñas”.
Los ocho objetivos del milenio, aprobados por los dirigentes mundiales en el año 2000 para reducir la pobreza hacia 2015, incluyen hacer retroceder las grandes pandemias, la mortalidad infantil y el analfabetismo, generar igualdad entre sexos, mejorar la salud maternal y proteger el medio ambiente. Ojalá que también cada persona en el mundo al celebrar el día internacional de la mujer declare con hechos al no total de la violencia contra la mujer.
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