jueves, mayo 07, 2009

El Padre Alberto Y Su Pecado

Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
15 de mayo de 2009

Jesús en el evangelio le pregunta a María Magdalena: "¿Mujer donde están los que te acusan? ¿Nadie te ha condenado?" Contestó: “Nadie Señor”. Le dijo Jesús: “Tampoco yo te condeno. Ve y en adelante no peques más”.

Que ojalá toda esta conmoción y apedreamiento con la condena del público que se deja llevar por los medios de comunicación amarillista nos ayuden a reflexionar a sumergirnos en la oración para que no juzguemos ni condenemos a los demás. Que increíble como nos encantan los chismes y nos gozamos cuando otros caen y no miramos la propia viga que tenemos en nuestros ojos.

“Que tire la primera piedra quien se sienta libre de pecado”, les dijo Jesús a quienes venían decididos a condenar a la pecadora María Magdalena.

Como sacerdote y amigo personal del Padre Alberto Cutié, invito a todos los católicos de Latino America y a mis hermanos sacerdotes que ofrezcamos este domingo las intenciones de las Misas, la Coronilla de la Misericordia y el Santo Rosario por el bienestar del Padre Alberto. Si tenemos la oportunidad ojalá escribamos notas de apoyo y oraciones por el Padre Alberto. Como ser humano con todas las criticas y las noticias debe estar viviendo momentos difíciles y de calvario. El Señor nos dice no juzguen y no seréis juzgados, perdonen y serán perdonados.

Padre Alberto usted no está solo. Los sacerdotes y la comunidad en general están con usted. Padre Alberto usted será sacerdote eterno según el rito de Melquisedec.¡Ánimo y Bendiciones!

18 comentarios:

Padre Carlos dijo...

Yo estoy claro en que debo orar por Alberto Cutié (lo digo en una respuesta a un comentario en mi blog), pero no puedo esconder la indignación que siento ante tanta estupidez de su parte!!!

Aquí hubo una falta de ponderación enorme, una falta de sindéresis, una falta de amor a la Iglesia de Cristo. Y por eso todos los sacerdotes tenemos que cargar con la Cruz de Cutié y con la del ex(menos mal) obispo Lugo; Porque mucha gente no habla del "padre Alberto" sino de los curas, metiéndonos a todos en el mismo saco, señalándonos como si también fuéramos sujetos del mismo pecado.

Yo no dudo de la efectividad pastoral de Cutié, como tampoco puedo dudar de su amor a Dios; tampoco desearía que dejara el ministerio al que ha sido llamado por el mismo Cristo, si es que él no lo desea, pero que se defina, porque "no se puede servir a dos señores" y que empiece su camino de redención personal tratando de arreglar el desaguisado que ha creado.

http://elblogdelpadrecarlos.blogspot.com/2009/05/al-padre-albero-cutie-medico-curate-ti.html

Padre Alexander Diaz dijo...

Padre Carlos, le felicito por su blog, veo que usted esta al tanto del acontecer eclesial, y eso me gusta, lo felicito. Pero quiero hacerle un llamado a la caridad, con respecto al Padre Alberto, creo que ni Jesus trata de esa forma a los pecadores y a los que cometen errores, o es que usted es tan perfecto que nunca a cometido errores? No es usted humano? no tiene usted momentos dificiles en su vida? Me parece el colmo viniendo de un hermano sacerdote un juicio de esa magnitud, bien decia uno de mis formadores " el sacerdote se vuelve lobo para el sacerdote" No alabo el error que el cometio, y tiene que hacer lo que requiere, y cumplir la pena. Pero por eso lo vas a condenar, y haras que tambien los laicos y todos los que leen tu blog se vuelvan jueces y condenadores del pobre sacerdote... espero que nunca cometas un error, y que nunca supliques misericordia por ti, porque recuerda lo que nos dice Jesus en su evangelio Misericordia quiero y no sacrificios, MISERICORDIA, y sientos que te falta un tantito, Yo si apoyo al padre alberto, y no comparto su error y su pecado, pero si la misericordia de nuestro Senor, y si se levanta tiene merito, porque Jesus dice; He venido por los enfermos no por los sanos" Hermano Sacerdote, no jusgues a los otros como Juez supremo, recuerda tu y yo estamos en el camino igual, y no estamos exentos de caer, aquel que se vuelve un Juez para sus hermanos, es porquen nunca a conocido la misericordia.....

Anónimo dijo...

Lo normal en los medios de comunicación, un politico conocido comete una indiscreción, un religioso o un deportista famoso, etc. todos a saltar sobre el tema a comentar, a criticar y sacar ventaja de la situación para vender mas periodicos o tener mas audiencia.
Saben lo que les digo, pués que yo pienso que los únicos que necesitan perdón aqui, son los aprovechados que se dedicaron a tomar fotos y a obtener beneficio del asunto. Un trabajo bien bajo e indigno.
No conozco a este sacerdote ni sabia de su popularidad, pero si creo que fue algo descuidado al actuar asi en público dados los tiempos que corren de “paparazzis”.
¿Saben lo que creo que deberia de hacer el obispado de su jurisdicción? Pues no suspenderlo. Que continue con su ministerio, su programa de radio, etc.
No ha molestado a nadie, no ha robado ni cometido ningun acto inmoral descarado, solamente ha sucumbido a su naturaleza emocional humana. ¿Que pecado verdad?
El obispado debe apoyarlo y después de una explicacion, admision de culpa por aquello de los votos de castidad,que continue con su trabajo y ministerio.
De lo contrario, las fuerzas de la critica ganan. Los que solo saben ver las imperfecciones en la Iglesia Católica, ganan, los que se elevan solamente cuando tratan de rebajar o hundir a alguien mejor que ellos, ganan.
Ya es hora de que se de mas valor a las obras de las gentes buenas de verdad, que no a sus errores, juzgados , según lo se se espera de ellas.
Y otra cosa…Padre Cutié, si Ud ha amado de verdad no creo que necesita pedir perdón. Solo se deberia de pedir perdon cuando se ha actuado con intención de hacer daño o sacar ventaja de alguien.
Los que no puedan comprender esto, es por que se fijan mas en la forma que en la substancia. Pero eso ocurre a menudo en esta vida.

Padre Carlos dijo...

Apreciado padre Alexander:

En justicia usted tiene razón, por lo que lo invito a leer el resto de mis comentarios que se encuentran en esta página, para que vea que concordamos.

Si lee usted bien los tres últimos párrafos de mi artículo, comprenderá que de mi parte no existe condena al padre Alberto... pero de que fue una estupidez lo que hizo, creo que ni aún a usted le quedan dudas.

Algo que verdaeramente me asombra (y no tendría porqué) es que para usted ahora el malo de la película soy yo, que defiendo el ministerio sacerdotal íntegro (con celibato incluido), porque es a mí a quien le falta "un tantito" de misericordia, "yo soy el juez que juzga" (se ve que no leyó bien mi artículo) y al padre Alberto, causante del escándalo (objetivamente hablando), todas sus disculpas.

Saludos y mi bendición

Anónimo dijo...

Que triste es saber que cosas como estas le pasen a personas tan lindas como nuestros queridos sacerdotes... fue muy duro aceptar lo que paso con el Padre Alberto, pero a la misma vez esto nos obliga mas a entender a nuestros sacerdotes, a comprender que ellos son seres humanos como nosotros, que tiene sentimientos, que están faltos de amor, que necesitan nuestra comprensión, que necesitan nuestro apoyo, nuestras oraciones, y nuestra misericordia. Todos, absolutamente todos cometemos errores y el que "esta libre de pecados que tire la primera piedra" como nos dice las Sagradas Escrituras. No juzguemos a nuestros sacerdotes, que pena que muchas veces de nuestras bocas salen cosas horribles hacia ellos, me indigna mucho el saber que muchas veces somos muy duros con ellos. No deberíamos de ser así, beberíamos de dar el ejemplo que Nuestro Señor Jesucristo nos de dejo: su amor y su misericordia. Yo quiero mucho a mis sacerdotes, los apoyo y siempre están en mis oraciones.

Padre Carlos a usted también lo quiero mucho aunque no lo conozca!

Susana Rios dijo...

Hola a todos.

Pues quiero decirle al Padre Alberto que cuenta con mis oraciones; animo Padre la jornada apenas comienza.

Nuestro Senor Jesucristo nos enseno una gran leccion cuando cayo tres veces con la cruz a cuestas, pero que no se quedo ahi, si no que se levantaba cada ves que caia.
Nosotros como seres humanos que somos tambien caemos, pero tenemos que levantarnos y sabe al levantarnos lo hacemos con mas fuerzas y mas entrega, porque nos ayuda a irnos perfeccionando cada ves mas.
Padre lo unico que le recomiendo muy especialmente es que tenga un arrepentimiento de corazon, arrodillese o ponga rostro en tierra y llore si es posible, pidale perdon al Senor por su falta y haga una buena confesion con su guia espiritual.

Nada me gustaria mas que siguiera como Sacerdote, pero es una decision que solo usted la puede tomar; pero yo se que usted es un gran hombre de fe, y que ya sea como sacerdote o como casado le servira con el mismo entusiasmo a Dios y a la comunidad. No abandone a su santa madre la Iglesia Catolica, nada me daria mas gusto que verlo celebrando una misa nuevamente.

Cuente siempre con mis oraciones y quiero decirle que el carino y la admiracion que siento por usted no va a cambiar.
Cuente conmigo y veame como una hermana mas.
Dejare mi correo por si quiere escribirme: susan1298@hotmail.com

pa lante, pa lante Padre, no se me vaya a desilucionar por criticas destructivas que hagan los demas, porque esas personitas estan actuando como unos fariseos.

Crealo que Dios en su infinito amor y misericordia, ya lo ha perdonado.

paz y bien.

Anónimo dijo...

Tal vez lo que diga moleste a mas de una persona, pero yo admiraba mucho al Padre Alberto, tengo que decir que fue el uno de los que me inspiro en un momento a tomar la decisión de entrar al seminario, pero con lo que sucedio quiero decir que lo que hizo el Padre Alberto reafirma lo que la Santisima Virgen Maria dijo en Garabandal (una aparición que sigue en investigación pero que tiene gran apoyo de la Iglesia):
"(...)Antes, la Copa se estaba llenando, ahora esta rebosando. Muchos cardenales, obispos y sacerdotes van por el camino de la perdición, y con ellos llevan a muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros, con nuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras El os perdonorá. Yo, Vuestra Madre, por intercesión del Angel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente, y Nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús"

El padre Alberto al cometer su pecado se puso en el camino de la perdición por decision propia y se lleva a muchas mas almas por que ahora gracias a el muchas personas piden que sea abolido el celibato en la Santa Iglesia Católica, apoyan la actitud que tuvo y muchos aseguran seguir el mismo camino.
El Padre Alberto no esta realmente arrepentido por lo que hizo, asi lo expresa claramente en la entrevista que le ha realizado Teresa Rodriguez del programa Aquí y Ahora, el dice: "¿Culpabilidad? ¿Me siento mal, horrible? ¡No!", aseveró ante la periodista. "Yo soy un hombre. Debajo de la sotana hay pantalones" (http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=1937174)
Esto quiere decir que el seguira cometiendo pecado, lo cual va en contra de lo que dijo el Señor “Tampoco yo te condeno. Ve y en adelante *no peques más*”.

Que lastima que el Padre Alberto no se haya sacrificado mas como muchos sacerdotes lo hacen, que lastima que haya vivido una doble vida yn o haya actuado segun a lo que predicaba y al Evangelio y mandato de la Iglesia, que lastima, dolor y pena que el no haya pensado en la pasión de Jesús.

Gracias al Padre Albeto muchos dejaremos de entrar al Seminario.
¡QUE DIOS TENGA PIEDAD DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO!

Aparte del escandalo del padre quisiera decir que Santa Maria Magdalena NO es la pecadora, ni prostituta que algunos siguen pensando, la Bilbia y la Iglesia afirman que ella no lo es.
"Le acompañaban los doce y algunas mujeres que habían sido curadas de enfermedades y espíritus malignos: María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios [...]" (Lucas 8:2).
Ojala que ella os disculpe por seguirla calumneando asi.

Susana Rios dijo...

Decirle al joven que escribio el ultimo comentario; que siga adelante, que no deje el seminario, esto que esta pasando con el Padre Alberto, no tiene motivo como para que tu dejes el seminario, al contrario, cuando mas abundan las tinieblas, nosotros tenemos que ser luz para iluminar a los demas.
Sigue adelante muchacho, que esta situasion no te desanime, si no que te impulse a dar un paso al frente.

La Iglesia Catolica no tiene porque quedar estancada, por estos percanses, al contrario.
Cuantas decadas a sobrevivido ya.
Y esa es una buena senal de que es la verdadera Iglesia de Cristo.

comentan que una ves Napoleon, le decia a un obispo (o sacerdote)
voy a destruir la Iglesia y el obispo solo se reia; entonces napoleon le pregunto: por que te ries?; el Obispo contesto,porque nuncaba a poder destruir la Iglesia que Cristo fundo, porque el.fiaba en lo que Jesus dijo
Etc.
Paz y Bien.

Anónimo dijo...

PERDONEMOS, PERO POR FAVOR SACERDOTES, TAMBIEN EDUQUEMOS COMO PARTE DE SU MISION EVANGELIZADORA!!!


El celibato por el reino y la significación esponsal del cuerpo
Audiencia General 28 de abril de 1982

1. «Hay eunucos que a sí mismos se han hecho tales por amor del reino de los cielos»; así se expresa Cristo según el Evangelio de Mateo (Mt 19, 12).

Es propio del corazón humano aceptar exigencias, incluso difíciles, en nombre del amor por un ideal y, sobre todo, en nombre del amor hacia una persona (en efecto, el amor, por esencia, está orientado hacia la persona). Y por esto, en la llamada a la continencia «por el reino de los cielos», primero los mismos discípulos y luego toda la Tradición viva descubrirán muy pronto el amor que se refiere a Cristo mismo como Esposo de la Iglesia y Esposo de las almas, a las que El se ha entregado a Sí mismo hasta el fin, en el misterio de su Pasión y en la Eucaristía. De este modo, la continencia «por el reino de los cielos», la opción por la virginidad o por el celibato para toda la vida, ha venido a ser en la experiencia de los discípulos y de los seguidores de Cristo, un acto de respuesta especial al amor del Esposo divino y, por esto, ha adquirido el significado de un acto de amor esponsalicio, es decir, de una donación esponsalicia de sí, a fin de corresponder de modo especial al amor esponsalicio del Redentor; una donación de sí, entendida como renuncia, pero hecha sobre todo por amor.

2. Hemos sacado así toda la riqueza del contenido de que está cargado el enunciado, ciertamente conciso, pero a la vez tan profundo, de Cristo sobre la continencia «por el reino de los cielos»; pero ahora conviene prestar atención al significado que tienen estas palabras para la teología del cuerpo, lo mismo que hemos tratado de presentar y reconstruir sus fundamentos bíblicos «desde el principio». Precisamente el análisis de ese «principio bíblico», al que se refirió Cristo en la conversación con los fariseos sobre el tema del matrimonio, de su unidad e indisolubilidad (cf. Mt 19, 3-9) -poco antes de dirigir a sus discípulos las palabras sobre la continencia «por el reino de los cielos» (ib. 19, 10-12)-, nos permite recordar la profunda verdad sobre el significado esponsalicio del cuerpo humano en su masculinidad y feminidad, como la hemos deducido, a su debido tiempo, del análisis de los primeros capítulos del Génesis (y en particular del capítulo 2, 23-25). Así precisamente era necesario formular y precisar lo que encontramos en los antiguos textos.

3. La mentalidad contemporánea está habituada a pensar y hablar, sobre todo, del instinto sexual, transfiriendo al terreno de la realidad humana lo que es propio del mundo de los seres vivientes, los animalia. Ahora bien, una reflexión profunda sobre el conciso texto del capítulo primero y segundo del Génesis nos permite establecer, con certeza y convicción, que desde «el principio» se delinea en la Biblia un límite muy claro y unívoco entre el mundo de los animales (animalia) y el hombre creado a imagen y semejanza de Dios. En ese texto, aun cuando relativamente muy breve, hay, sin embargo, suficiente espacio para demostrar que el hombre tiene una conciencia clara de lo que le distingue de modo esencial de todos los seres vivientes (animalia).

4. Por lo tanto, la aplicación al hombre de esta categoría, sustancialmente naturalística, que se encierra en el concepto y en la expresión de «instinto sexual», no es del todo apropiada y adecuada. Es obvio que esta aplicación puede tener lugar, basándose en cierta analogía; efectivamente, la particularidad del hombre en relación con todo el mundo de los seres vivientes (animalia) no es tal, que el hombre, entendido desde el punto de vista de la especie, no pueda ser calificado fundamentalmente también como animal, pero animal racional. Por ello, a pesar de esta analogía, la aplicación del concepto de «instinto sexual» al hombre -dada la dualidad en la que existe como varón o mujer- limita, sin embargo, grandemente y, en cierto sentido «empequeñece» lo que es la misma masculinidad-feminidad en la dimensión personal de la subjetividad humana. Limita y «empequeñece» también aquello, en virtud de lo cual, los dos, el hombre y la mujer, se unen de manera que llegan a ser una sola carne (cf. Gén 2, 24). Para expresar esto de modo apropiado y adecuado, hay que servirse también de un análisis diverso de ese naturalístico. Y precisamente el estudio del «principio» bíblico nos obliga a hacer esto de manera convincente. La verdad sobre el significado esponsalicio del cuerpo humano en su masculinidad y feminidad, deducida de los primeros capítulos del Génesis (y en particular del capítulo 2, 23-25), o sea, el descubrimiento a la vez del significado esponsalicio del cuerpo en la estructura personal de la subjetividad del hombre y de la mujer, parece ser en este ámbito un concepto-clave y, al mismo tiempo, el único apropiado y adecuado.

5. Ahora bien, precisamente en relación con este concepto, con esta verdad sobre el significado esponsalicio del cuerpo humano, hay que leer de nuevo y entender las palabras de Cristo acerca de la continencia «por el reino de los cielos», pronunciadas en el contexto inmediato de esa referencia al «principio», sobre el cual Cristo ha fundado su doctrina acerca de la unidad e indisolubilidad del matrimonio. En la base de la llamada de Cristo a la continencia está no sólo el «instinto sexual», como categoría de una necesidad, diría, naturalística, sino también la conciencia de la libertad del don, que está orgánicamente vinculada con la profunda y madura conciencia del significado esponsalicio del cuerpo, en la estructura total de la subjetividad personal del hombre y de la mujer. Sólo en relación a este significado de la masculinidad y feminidad de la persona humana, encuentra plena garantía y motivación la llamada a la continencia voluntaria «por el reino de los cielos». Sólo y exclusivamente en esta perspectiva dice Cristo: «El que pueda entender, que entienda» (Mt 19, 12): con esto indica que tal continencia -aunque, en todo caso, sea sobre todo un «don»-, también puede ser «entendida», esto es, sacada y deducida del concepto que el hombre tiene del propio «yo» sicosomático en su totalidad, y en particular de la masculinidad y feminidad de este «yo» en la relación recíproca, que está inscrita como «por naturaleza» en toda subjetividad humana.

6. Como recordamos por los análisis precedentes, desarrollados sobre la base del libro del Génesis (Gén 2, 23-25), esa relación recíproca de la masculinidad y feminidad, ese recíproco «para» del hombre y de la mujer, sólo puede ser entendido de modo apropiado y adecuado en el conjunto dinámico del sujeto personal. ¡Las palabras de Cristo en Mateo (19, 11-12) muestran después que ese «para», presente «desde el principio» en la base del matrimonio, puede estar también en base de la continencia «por» el reino de los cielos! Apoyándose en la misma disposición del sujeto personal gracias a la cual el hombre se vuelve a encontrar plenamente a sí mismo a través de un don sincero de sí (cf. Gaudium et spes, 24), el hombre (varón o mujer) es capaz de elegir la donación personal de sí mismo, hecha a otra persona en el pacto conyugal, donde se convierten en «una sola carne», y también es capaz de renunciar libremente a esta donación de sí a otra persona, de manera que, al elegir la continencia «por el reino de los cielos», pueda donarse a sí mismo totalmente a Cristo. Basándose en la misma disposición del sujeto personal y basándose en el mismo significado esponsalicio de ser, en cuanto cuerpo, varón o mujer, puede plasmarse el amor que compromete al hombre, en el matrimonio, para toda la vida (cf. Mt 19, 3-10), pero puede plasmarse también el amor que compromete al hombre para toda la vida en la continencia «por el reino de los cielos» (cf. Mt 19, 11-12). Cristo habla precisamente de esto en el conjunto de su enunciado, dirigiéndose a los fariseos (cf. Mt 19, 3-10) y luego a los discípulos (cf. Mt 19, 11-12).

7. Es evidente que la opción del matrimonio, tal como fue instituido por el Creador «desde el principio», supone la toma de conciencia y la aceptación interior del significado esponsalicio del cuerpo, vinculado con la masculinidad y feminidad de la persona humana. En efecto, esto es lo que se expresa de modo lapidario en los versículos del libro del Génesis. Al escuchar las palabras de Cristo, dirigidas a los discípulos, sobre la continencia «por el reino de los cielos» (cf. Mt 19, 11-12), no podemos pensar que el segundo género de opción puede hacerse de modo consciente y libre sin una referencia a la propia masculinidad o feminidad y al significado esponsalicio, que el propio del hombre precisamente en la masculinidad o feminidad de su ser sujeto personal. Más aún, a la luz de las palabras de Cristo, debemos admitir que ese segundo género de opción, es decir, la continencia por le reino de Dios, se realiza también en relación con la masculinidad o feminidad propia de la persona que hace tal opción: se realiza basándose en la plena conciencia de ese significado esponsalicio, que contienen en sí la masculinidad y la feminidad. Si esta opción se realizase por vía de algún artificioso «prescindir» de esta riqueza real de todo sujeto humano, no respondería de modo apropiado y adecuado al contenido de las palabras de Cristo en Mateo 19, 11-12.

Cristo exige aquí explícitamente una comprensión plena, cuando dice: «El que pueda entender, que entienda» (Mt 19, 12).

Unknown dijo...

Lo importante aquí es lo que la Santa y Madre Iglesia Católica opina del caso, no debemos de ponernos a favor o en contra del padre Alberto, sino, como católicos, ponernos a disposición de lo que nuestra Iglesia nos manda; si el sacerdote se arrepiente o no, es su salvación personal la que está en juego, mas nostros como feligreses debemos tener la visata puesta en Jesús porque es el Único que no nos va a fallar, recuerde lo que le sucedió a San Pedro, cuando quitó la vista a Jesús, comenzó a hundirse;los hombres siempre fallamos; y ante todo no juzguemos, mas bien oremos mucho por este y otros sacerdotes que estén en pecado mortal y que estén desobedeciendo a los votos de "castidad, pobreza y obediencia" que hicienron ante Dios. No puede nadie querer cambiar la castidad que ellos se han comprometido a tener, recordemos que nadie los ha obligado a ser sacerdotes lo hicieron por amor a Dios y por amor a Él deben serle fiel aunque las tentaciones sean muchas, en el Reino Celestial tendremos las recompensas de lo bueno que haymos hecho por amor al buen Dios, Él tanto nos ama, no lo defraudemos!!!

Rebel Girl dijo...

Al seminarista quiero decirle que su vocacion es algo entre Ud, la Santa Iglesia, y Dios. Lo que hace o no hace el Padre Alberto no tiene nada que ver con su proyecto si realmente tiene una vocacion al sacerdocio.

Me da tristeza que la Iglesia esta perdiendo un sacerdote mas por su insistencia en el celibato, y, aun no es insistencia para todos pues la Iglesia sigue admitiendo sacerdotes casados que vienen de las iglesias Anglicana, Luterana, etc. al sacerdocio Catolico. No hay logico.

Lo que me impresiona en todos esos casos es que los feligreses siempre dicen (como lo estan diciendo del Padre Alberto) que el sacerdote que salio para casarse era una buena persona, alguien compasivo y responsable. Y es precisamente porque son responsables que se van. No pueden seguir llevando una doble vida como lo estan llevando tantos otros sacerdotes en la Iglesia de hoy.

Por eso, yo y el 70-75% de los fieles catolicos, pensamos que es tiempo de terminar con el celibato obligatorio. El don del celibato y el don del sacerdocio no son la misma cosa.

Anónimo dijo...

El Sr. Cutié no se limitó a exhibirse en una playa pública famosa por la presencia de paparazzi. Ahora sigue removiendo el escándalo en la Iglesia. Creo que lo digno hubiese sido, aceptar su error y retirarse del sacerdocio por ese supuesto respeto y amor que siente por la Santa Madre Iglesia. El no puede seguir siendo sacerdote católico. El expresó abiertamenta que está enamorado de esa mujer. "Está", tiempo presente. La donación de sí mismo como esposo de la Iglesia no puede darla. Entonces, que se retire del sacerdocio católico y que siga con su vida, pero que no haga más escándalo en la Iglesia. Pareciera que el quería que lo sorprendieran, de no ser así, no se hubiera exhibido así en una playa pública. El buscó el escándalo y pareciera que lo sigue buscando. Yo no soy nadie para juzgar ni mucho menos para tirar la primera piedra, pero AMO a mi Iglesia Católica y me duele este escándalo que pareciera haber sido buscado. Mientras tanto los enemigos de la Iglesia Católica hacen fiesta. Que la Misericordia de Dios alcance al Sr. Cutié, toque su corazón y su mente para que no siga con el escándalo y así su gran obra pasada no quede manchada. Que Dios se apiade de su alma en expulse al enemigo de ella. Amen

Rebel Girl dijo...

Al ultimo comentario quiero responder que parece que el Padre Alberto no busco llamar atencion cuando fue a la playa con su novia. Segun la entrevista que el dio a Univision: "Explicó que las fotografías fueron tomadas en febrero pasado en una playa del norte de Miami que estaba desolada y durante un día en el que hacía mucho frío.

"El lugar estaba vacío y yo dije, no vamos a tener problemas'', relató.

Pero los problemas comenzaron cuando escuchó decir a un hombre salvavidas ‘‘padre Alberto'' mientras hacía una llamada por un teléfono celular desde su posta de observación. No le prestó atención, pero a los pocos minutos, aparecieron las cámaras."

Asi que, el padre pensaba que habia escogido un lugar desolado pero por mala suerte ya tiene una oportunidad de vivir su amor plenamente y nunca mas tendra que esconderse. Me imagino que se va a retirar del sacerdocio catolico y la unica cuestion que queda es si el va a entrar en la Iglesia Episcopal porque dicen en la prensa que el Obispo de ellos ha tenido unas conversationes con el Padre Alberto. Eso seria triste para nosotros, pero no seria la primera vez que un sacerdote catolico cambie de iglesias para poder quedarse en el ministerio y tener una familia.

Gaby de la V dijo...

Querido Padre hoyos
Necesito su gía y consejo. Yo soy una feligres de la diócesis de Arlington y me encanta escuchar sus comentarios y sus puntos de vista porque siempre me ayudan a crecer. Yo he incluido al padre Alberto en mis oraciónes y estoy de acuerdo en que un pecador no puede lanzar la primera piedra en contra de otro, pero mi enojo e indignación no es por la flaqueza del señor Cutié, que desafortunadamente nos puede pasar a cualquiera, lo que me indigna y enoja es que, al afirmar el que no cometió ningun error está probocandole daños a la iglesia. Me molesta mucho ver como mucha gente como los fieles de su parroquia lo defienden diciendo que el es humano y que tiene derecho a una familia pero al mismo tiempo lo quieren seguir teniendo de párroco (¿se pueden las 2 cosas al mismo tiempo?)y sobre todo me molesta que en los medios los amigos que se autoproclaman "íntimos" del padre como Emilio Stefan, Cristina Saralegui, etc y todos los periodístas encuentran el pretexto perfecto para descalificar y burlarse de nuestra madre iglesia, me duele y me ofende que la postura del padre sea la de salvar su imagen y le tire lodo a la iglesia, porque de acuerdo a sus mismas palabras, "abajo de la sotana hay un hombre de carne y hueso". Hace tiempo yo lo escuché al señor Cutié hablar del celibato y explicó en aquel entonces con tanta claridad lo difícil que sería cumplir con su ministerio si los sacerdotes tubieran una familia, pero ahora el señor Cutié afirma que los sacerdotes tienen derecho a amar y ser amados, Cutié dice que el no está arrepentido porque el ama de verdad a esa mujer y támbién ama su ministerio y ahora en su lucha por justificarse a si mismo afirma que lo que le pasó eso de tener una mujer ocultamente al mismo tiempo que ejercer su ministerio le pasó porque la imposición de la iglesia es humanamente imposible de cumplir. El en pocas palabras culpa de lo sucedido a la iglesia por no hacer las reformas necesarias para permitir que los sacerdotes puedan tener sus propias familias, incluso se justifica a si mismo con las escrituras al citar las escrituras donde dice "no es bueno que el hombre este solo.." El insiste en que el se acercó a todos los recursos espirituales que la iglesia le ofrecía y trató de resistir pero al ser un humano eso es imposible, entonces automáticamente descalifica todos los recursos (oración, eucaristía, ...etc) que afortunadamente si son instrumentos útiles para los otros sacerdotes que si sigan por el camino que ellos mismos prometieron seguir.

Padre Hoyos, por favor, ayudemé a entender cual es la postura de la Iglesia, pareciera por las mismas palabras del padre, que el realmente no crée que el haya echo nada malo, el insiste en que ama y esta muy enamorado de esa mujer que le gustó desde hace 10 años y al mismo tiempo le gusta ser sacerdote, ¿porque en la diócesis de Miami hay esa ambigüedad?, se afirma que el para nada ha sido remobido, solo se le dió un permiso para retirarse por un tiempo, pero el insiste en querer las dos cosas. Yo puedo entender sus debilidades humanas por una vida en pareja, pero ¿porqué el Sr. Cutié no creé que ha sido icorrecto vivir una doble vida cuando por más open mind que seamos entendemos que en la iglesia el celibato es parte de la vida sacerdotal?.

También la palabra dice "por sus frutos los conocereis......y no me gusta que despedacen a nuestra iglesia.

Padre, no me gusta sentir con un corazón tan duro, ¿que puedo hacer para sentir con un corazón más misericordioso me olvido de que el padre Cutié no cree que este mal mientras apedrean a nuestra iglesia?, ¿que puedo hacer para percibir las cosas de otra manera?
le agradeceré mucho si me contesta.

Anónimo dijo...

Lo que veo aqui, si la iglesia no cede (que no va a hacerlo) y el padre Alberto quiere seguir su ministerio y a la vez vivir su vida personal como hombre, es otro "cura casado" o otro pastor luterano.

Anónimo dijo...

Pues yo lo que veo es mucha duda e ignorancia entre los mismos católicos acerca de nuestra Santa Madre Iglesia y nuestra fe, y mucho sacerdote que no aprovecha este medio para EDUCAR. Entonces, para qué es este blog? Solo para publicidad?? ¡El Señor está en lo secreto y lo ve TODO! ¡Que Dios nos ayude! Aleluya!

Anónimo dijo...

Como no acostumbro escribir en este tipo de lugares, tuve que escoger la opcion de anonimo, pero no tengo problema con identificarme cuando se trata de hablar y defender la verdad de mi Cristo. Mi nombre es Milton y mi esposa y yo pertenecemos al movimiento de Encuentro Mantrimonial Mundial.

Tengo varios comentarios separados. El primero es para el Padre Hoyos: por favor aproveche este espacio y la conmocion que esta situacion ha causado para educar a los Catolicos y reforzar la importancia, la validez y la factibilidad del celibato y la fidelidad a las promesas que hacemos a Dios, con la ayuda del Espiritu Santo y la Eucaristia, como lo han hecho desde los primeros tiempos millones de Cristianos. Dejar este asunto abierto solo hara mas dano a lo que la debilidad del Padre Alberto ya esta causando. Aclararlo en linea con el mandato de fidelidad absoluta y permanente que Dios nos pide a todos en nuestra condicion particular, es decir a los casados con nuestra esposa y a los religiosos con la esposa La Iglesia ayudara a sacar algo bueno de todo este problema.
El segundo comentario es para el Padre Alberto: A partir de sus declaraciones es evidente que usted no esta arrepentido de sus actos, sino preocupado por haber causado un escandalo, lo que no es lo mismo. Asombrosamente, el enemigo, que Dios lo reprenda siempre, parece haberle ofuscado la mente y no le deja ver que lo que usted llama "amor" no es mas que una tentacion sexual y emocional en la que usted ha caido y de la que parece no querer salir, por lo cual las oraciones de todos los fieles deben dirijirse a que El Espiritu Santo le ilumine para arrepentirse y dejar esta relacion ilicita y poder asi continuar con su ministerio, que hasta ahora habia hecho mucho bien a muchos. El perdon del que se ha hablado vendra como resultado de la Misericordia de Dios, siempre que usted cumpla con los mismos requisitos que cualquier sacerdote le pide a un fiel en el momento de la confesion: reconocimiento de culpa, arrepentimiento de corazon, y proposito de enmienda, de no seguir cometiendo el pecado. Usted dijo en la entrevista de Univision que hace muchos anios se quedaba por horas frente al Santisimo Sacramento del Altar discerniendo por su vocacion cuando empezaba a sentir el llamado. Bueno, ahora es momento (forzado por las circunstancias) para que deje de dedicarle tiempo al programa de radio, de TV y a las relaciones publicas con famosos, y se postre ante el Santisimo por mas horas para pedir perdon y fuerzas para dejar esta relacion ilicita y pecaminosa y cumplir con la promesa que hizo ante Dios de ser fiel a su esposa, la Iglesia, para toda la vida. Si usted hace esto, ningun fiel Catolico deberia tener problemas con que usted siga con su ministerio. Pero si quiere tener las dos cosas, el bien y el mal al mismo tiempo, ni nosotros los fieles, ni la jerarquia de la Iglesia, pueden evitar que usted tenga que responder por sus acciones incorrectas en el dia del Juicio ante Nuestro Dios, que es un Dios perfecto y por lo tanto, con justicia perfecta.
El tercer comentario es para otros bloggers que han escrito aqui: felicitaciones a los que como el Padre Carlos valientemente defienden la verdad y muestran que verdaderamente viven su vocacion, en medio de las dificultades que todos tienen. Preocupacion por los que se concentran en recomendar que no se debe juzgar pero no dicen nada sobre que la tolerancia a lo que es malo y danino para la persona no es amor, es comodidad personal. Correccion para los que creen que el celibato se debe abolir por un caso como el actual, sin darse cuenta que solo estan aprovechando la oportunidad para bajar los estandares cuando no los pueden alcanzar. Este nos es el primero ni el unico caso en el que el mal se ensana con los que estamos tratando de caminar hacia Nuestro Senor, no nos debe desanimar (hermano seminarista, por favor tome esto como una senal de precaucion, no como una excusa para no continuar si es que Dios confirma el llamado). Sigamos orando por las vocaciones sacerdotales y matrimoniales, para que todos alcancemos la Santidad para la que hemos sido llamados todos, y que se pude conseguir, no con nuestras fuerzas humanas, (aunque si requiere de nuestra voluntad para decir si)pero de los dones del Espiritu Santo, la presencia de Cristo en la Eucaristia, diaria si es posible, y la maternal proteccion de Nuestra
Madre Maria.

cubanoamigo dijo...

creo que en la vida sufrimos muchas altas y bajas y el sendero del hombre hacia dios esta lleno de caídas y de levantadas ,aunque la actitud del padre Alberto Cutie no puede ser justificada la misericordia de Dios es siempre mucho mas grande que todos los pecados del mundo pues citando el Evangelio según san Juan ""Tanto amo Dios al hombre que entrego a su propio hijo "" osea que pensemos mas en la caridad que como dijo san Pablo cubre cientos de pecados que en el juicio pueden ver mi blog al respecto http://elpadrealbertoyelpecado.blogspot.com/