por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
22 de enero del 2010
Nuestra comunidad del área metropolitana de Washington, los Estados Unidos, Europa y todos los países en vía de desarrollo se han movido para colectar fondos y víveres de primera necesidad para nuestros hermanos que sufren las consecuencias desastrosas del terremoto en Haití. Ha sido una movilización sin precedentes con un sentido humanitario y de alcance mundial digno de aplaudir. Ha sido muy placentero ver los centros de acopio de alimentos, de medicinas, de agua en México, Perú, El Salvador, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Republica Dominicana entre otros.
Cada imagen, cada tragedia, ha tocado los corazones de los seres humanos. “Hoy por ellos, mañana por nosotros”. No podemos dejar de agradecer a los miles de voluntarios de cada país, a los topos, a los socorristas e incluidos a los perros que con sus finos olfatos ayudan a descubrir dentro de los escombros a los sobrevivientes. La gente no solo padece de hambre sino que cada temblor, huracán o terremoto dejan grandes huellas y secuelas sicológicas que afectan profundamente a los damnificados.
Hay que felicitar honestamente a todas las iglesias que se han unido para enviar y colectar ayuda pues el dolor y el sufrimiento no tienen religión ni denominación, todos somos hermanos en el dolor ante un mismo Dios. Ojala que después de un mes el sufrimiento de la catástrofe de Haití no que en el olvido, ni en las manos corruptas de los gobiernos. Que nuestra solidaridad continúe, que si una organización benéfica ha fallado, otras continuaran haciendo el bien.
El servicio amoroso nos hace ver que muchos están peor y nos llena de alegría poder tenerles una ayuda económica o brindarles de corazón una oración. Entonces dando amor recibimos amor, lo ideal es que no limites a dar solo dinero, date a ti mismo que es o que vale y lo que brinda felicidad. En saber dar y saber recibir esta uno de los principios de la paz interior que anhelas y que es fuente de felicidad. Como dice Jesucristo: Hay mas alegría en dar que en recibir.
Las almas de los difuntos en Haití continuaran en nuestras oraciones, que descansen en paz.
Foto: Voluntarios de Caritas en Santo Domingo preparan cubos de comida para distribuir a los damnificados en el terremoto en Haiti
1 comentario:
Quizas en este blog, el Padre Hoyos podria publicar un articulo indicando donde y de que manera es posible adoptar en Estados Unidos, ninos refugiados de Haiti, hay muchos.
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