Notimex
Periódico Siglo
7 de marzo de 2010
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo hoy los chilenos tienen cicatrices de varios terremotos que han azotado el país sudamericano.
“Lamentablemente no es la primera vez que nos ocurre esto”, dijo el chileno Insulza al final de una misa en la iglesia de Saint James, en Virginia, en alusión al devastador terremoto del pasado 27 de febrero en su país que dejó más de 800 muertos.
“Todos tenemos nuestros recuerdos. Todos tenemos nuestras cicatrices, nuestros dolores y tristezas”, anotó el funcionario, quien tiene prácticamente asegurada la reelección al frente del organismo interamericano en los comicios del próximo 24 de marzo.
Insulza citó los terremotos que asolaron Chile en 1960, 1971 y 1985, pero que su país siempre ha sentido la “solidaridad y compañía” de los países latinoamericanos ante esos retos.
“Chile es un país muy dotado por la naturaleza, pero al mismo tiempo nos pone a prueba cada cierto tiempo”, anotó el funcionario sobre la ubicación de su país en una zona altamente sísmica.
A la ceremonia religiosa, conducida por el sacerdote colombiano José Eugenio Hoyos, asistieron algunos miembros del cuerpo diplomático de Washington y al momento de las ofrendas varios niños desfilaron con banderas chilenas.
“Quiero decirle a nuestros hermanos chilenos que América Latina entera se ha levantado con ellos. No están solos, Chile continúa vivo en nuestros corazones y su dolor es nuestro dolor”, declaró el padre Hoyos.
El embajador de Chile ante la OEA, Pedro Oyarce, manifestó que ha sentido “la solidaridad extraordinaria que se requiere en todas estas situaciones cuando hay tragedia”.
Señaló que el gobierno chileno ha presentado a la OEA una lista de necesidades en esta catástrofe, pero indicó que “todo tipo de ayuda siempre es válida”.
La feligresa chilena Pamela Páez, propietaria de una firma de limpieza en Virginia, señaló que lo que más le conmovió de la tragedia fueron los testimonios de personas que lo perdieron todo tras el terremoto y los tsunamis que siguieron.
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