Desde 1988 empezamos en la Diócesis de Arlington con las Misas de Sanación y desde ese momento no hemos parado de oficiar estas Eucaristías. Cada mes y en cada Iglesia donde somos invitados no solamente he sido el celebrante principal sino que ha sido un trabajo en equipo acompañado de el Ministerio de Sanación, Intercesión, Liberación y sobretodo mucha oración y penitencia.
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Pero en su situación económica no calificaban, hasta que un amigo de la familia les pregunto que si frecuentaban las Iglesia, por lo que Eugenio le contesto que como tradición de familia era poco creyente. Pero según Alma tuvo una corazonada de que Dios la llamaba a visitar la Iglesia. Se hicieron presentes un domingo a la Iglesia del Buen Pastor en Alexandria, continuaron frecuentando la Iglesia, hasta que uno de los feligreses los invito a incorporarse al grupo de oración de su parroquia. Asistieron a la Misa de Sanación mensual en otra parroquia, salieron según sus propias palabras “muy impresionados por los testimonios de sanación de cáncer, de estomago, senos, tiroides, artritis” y precisamente esa misma noche 3 madres al mismo tiempo dieron testimonio de quedar embarazadas en contra del diagnostico de los médicos.
Alma y Eugenio se convencieron de que tenían que reforzar la fe en el cirujano de almas Cristo Jesús y entregarse en sus manos después de un año de ir alas Misas de Sanación, ante la admiración de todos, Alma y Eugenio han llevado a su niña de 5 días de nacida y el cual tendrá por nombre Alondra. Porque lo que para la ciencia era imposible para Dios todo es posible cuando confiamos solo en Él. “Jesús hizo en presencia de sus discípulos muchos mas signos. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan en Él vida eterna: (Jn 20, 30-31).
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