por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
30 de julio de 2010
En el nombre de Cristo Jesús serán bendecidos todos aquellos que hagan bien y defiendan a los más necesitados, humillados y olvidados en nuestra sociedad. En este caso, nuestras oraciones y bendiciones van para la jueza de inmigración Susan Bolton, quien aplicó justicia y paró parcialmente la temible y discriminatoria ley antiinmigrante SB1070 que obligaba a los inmigrantes a portar sus documentos en todo momento, y que hacía ilegal que los trabajadores indocumentados solicitaran empleo en lugares públicos. Además, esta ley era tan dañina que de ser puesta en rigor discriminaría contra toda persona que presentase un perfil extranjero. Pues la policía tendría la autoridad de parar a cualquier persona que le pareciera sospechosa o le diera la gana.
Ya consecuencias de algo parecido tuvimos en el condado de Prince William, donde en Woodbridge, Dale City y Manassas varios hispanos fueron detenidos por su parecido a personas sospechosas, y al negarse a dar información fueron deportadas a sus respectivos países. Una ley como la SB1070, si se hubiera aplicado en su totalidad, habría traído consecuencias nefastas.
Los que luchamos por una reforma migratoria moral y justa no podemos cantar todavía una victoria total. Hace falta mucho por hacer, aunque el Presidente Barack Obama presente este hecho como un logro positivo. Es un fuerte campanazo para que él y su gabinete agilicen, muevan y le den pasos agigantados a la reforma migratoria que estamos esperando con tanta ansiedad.
Señor Presidente Obama y miembros del Congreso y del Senado: no podemos tolerar una vez más que otros estados sigan utilizando nuestro dolor, temor e inestabilidad migratoria para cometer otros abusos discriminatorios y racistas como los que había propuesto la gobernadora de Arizona.
¿Hasta cuándo nuestra gente laboriosa, honesta y trabajadora tendrá que aguantar estas humillaciones? Nuestro pueblo no aguanta más, y esperamos que las promesas de cambio que Obama prometió de verdad se cumplan, pues hasta ahora no hemos visto sino redadas, separación de familias, terror, tristeza en los niños y madres desamparadas, y un futuro incierto. Señor Presidente Barack Obama, en su lapicero o bolígrafo está la solución, firme ahora la reforma migratoria, sino la historia lo juzgará.
¡Sí se puede!
2 comentarios:
Padre, con respeto, pero es la ley. Cuando se es residente, y yo lo fuí durante 18 años, es necesario portar identificacion de residencia legal o sea el famoso Green Card, o permiso de trabajo o tarjeta de estudiante con uno en la cartera. Muchos no lo hacen por que la deján en casa o no lo la tienen, pero eso no cambia las cosas y tampoco podemos decir que es discriminatorio o racista que cuando sea necesario se nos pida tal documentación.
Gracias padre por luchar siempre a favor de nuestros hermanos mas necesitados. Nadie es ilegal en el reino de Dios.
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