Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Desde el momento en que Dios después de mi enfermedad me dió la oportunidad de continuar en esta vida hace ya mas de 8 años, me he dado cuenta que renacer de nuevo tiene un precio, una misión y un testimonio.
Cuando en las Sagradas Escrituras nos hablaba que había que renacer a través del Espíritu Santo creo que no lo tomaba con seriedad. Y renacer de nuevo es nacer con la fuerza del Espíritu Santo a una nueva vida. Todo ser humano desde el momento de su sanación o su segunda oportunidad esta bendecido: porque Dios obró en la misericordia y lo eligió para que continuara siendo instrumento y puente de salvación a otros.
Encendidos: porque Dios a través del Espíritu Santo nos da un nuevo carácter, nos infunde nuevo entusiasmo, mas dinamismo en nuestra fe, nuestra forma de orar o de alabanza se impregna del gozo y de la alegría al conocer que estamos dirigidos por el Espíritu Santo y en Victoria porque con el poder sanador de Cristo le hemos ganado a la enfermedad y a la muerte. La Sangre y la Cruz de Cristo tienen poder sobre el enemigo: satanás.
Bendecidos, sanados y en victoria lo dice todo, pues estamos viviendo acontecimientos privilegiados dónde a diario testificamos sanaciones y liberaciones en todos los rincones del mundo. Se están volviendo a repetir los prodigios de un nuevo Pentecostés. Cristo esta vivo y extiende su mano poderosa para despertar la fe a los creyentes y no creyentes con signos, prodigios y multitud de sanaciones.
Cristo el Nazareno ha venido en toda su gloria a sanar a los enfermos y lo sigue haciendo hoy con más fuerza porque El es el mismo ayer, hoy y siempre. Los médicos y científicos han aceptado que sin la ayuda divina las cirugías y la recuperación de los pacientes no serian posibles ni inmediatas. La medicina y la oración forman un gran complemento para sacar adelante los pacientes.
En un mundo donde se están perdiendo los valores, donde estamos experimentando la ausencia de Dios, donde Cristo incomoda a muchos, y donde la tecnología quiere opacar la palabra y la acción evangelizadora de Cristo, aparece con mas fuerza el Nazareno, Sanando, Encendiendo y en Victoria.
“El Espíritu del Señor esta sobre mi, porque me ha ungido: para dar buenas noticias a los pobres; para sanar a los afligidos de corazón. Para anunciar a los presos la libertad. Para dar vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos” (Lc 4, 16-19).
1 comentario:
Bonita grafica, me recuerda al baile de la Sardana, con el Espirity Santo :-}
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