Por José
Eugenio Hoyos
La Renovación
Carismática a nivel mundial está experimentando grandes regalos, testimonios de
sanación y liberación como signo y regalos adelantados para la celebración de
los 50 años de existencia de la fundación de la RCC a nivel mundial.
Cada
día recibimos y escuchamos sanaciones realizadas por el mismo Cristo Jesús con
testimonios sorprendentes y poderosos de curaciones de todo tipo de cáncer,
enfermedades terminales, depresiones, migrañas etc. etc...
La sanación
y la liberación sigue llegando a todos los que tienen fe y creen en el Medico
Divino: Jesucristo.
La narración
de Lucas 7, 21-23 cada vez se repite cuando todo un pueblo, una nación, un
grupo de oración se reúne a orar y alabar a Dios: “En aquel momento curo a
muchos de sus enfermedades y dolencias, y de malos espíritus y dio vista a
muchos ciegos.” Y les respondió: "Id a contad a Juan lo que habéis visto y
oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos
oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva; ¡Y dichoso
aquel que no halle escándalo en mí!”
Todo
esto que estamos viendo en las Misas de Sanación Misas Carismáticas o Misas por
los enfermos son una prueba más de la actividad mesiánica que continúa con más
fuerza en Nuestra Iglesia Católica. El mismo Jesús conoce que hay muchos
enfermos del cuerpo del espíritu y del alma y quiera salvarnos, liberarnos,
purificarnos y limpiarnos.
Si de
verdad queremos ser liberados y sanados por Cristo, tendremos que depositar
todas estas áreas e insanidades interiores ante los pies del Señor en su cruz
para que allí las tome las purifique y las sane con sus llagas y su preciosa
sangre.
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