viernes, enero 22, 2016

Los Carismáticos Llenos del Fuego del Espíritu Santo


Por José Eugenio Hoyos


Da tristeza encontrar hermanos(as) que han pertenecido a movimientos dentro de la Iglesia, por años han sido catequistas o lo peor que han sido coordinadores o dirigentes de grupos de oración dentro de la Renovación Carismática y ahora se encuentran alejados de la Iglesia, porque el Párroco los ignoro, la jerarquía eclesiástica les llamo la atención o por no estar de acuerdo con algunas decisiones o cambios dentro de la RCC.

El desánimo de los dirigentes de la Renovación es producida por la falta de formación, por la ausencia de oración y de adoración ante el Santísimo y sobre todo porque falta someterse más a los pies de Cristo.


El fruto del desaliento, es la rebelión. Rebelión contra la obra de Dios. Esta rebelión torna al Carismático agresivo, amargado, criticón, negativo, orgulloso y destructivo!

Se nos olvida que uno de los frutos del Espíritu Santo es el dominio de sí mismo; por lo tanto, pongamos nuestros impulsos negativos bajo su acción poderosa y dejemos conducir por El.



No tengamos miedo, no nos desalentemos ante el cansancio o el desaliento, no desesperemos, porque “El Espíritu que Dios nos ha dado, no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.” (2 Timoteo 1, 7)

“Nada te turbe, nada te espante. Todo cambia, Dios no se muda. Quien a Dios tiene, nada le falta solo Dios basta. (Santa Teresa)    

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