martes, enero 12, 2016

El Espíritu Santo en el Rostro de la Misericordia


Por José E Hoyos


Se siente en todas las Iglesias la seriedad y el compromiso para orar más, colaborar con las obras de caridad y comprometernos más con los ministerios pastorales.

Este año jubilar de la Misericordia ha abierto todas las puertas de las Basílicas y Catedrales para oxigenar las Iglesias con la fuerza del Espíritu Santo.


Pero los creyentes Católicos y los Carismáticos nos preguntamos: ¿De verdad tiene rostro de la Misericordia? Y la respuesta es sí, totalmente positivo, el mismo Papa Francisco afirma con entusiasmo que “Jesucristo es el rostro de la Misericordia del Padre.” Dios, nuestro Padre, envió a su hijo unigénito a revelar su Misericordia: su voluntad de salvarnos y liberarnos de los efectos permanentes del mal, del pecado, del sufrimiento y de la muerte y de concedernos la vida eterna una vez terminado este peregrinaje terrenal.

Por su muerte y resurrección, Jesucristo, Nuestro Señor, nos ha redimido y nos ha abierto el camino para superar todas las dificultades, encontrar el perdón de nuestros pecados y llegar a la vida prometida, la vida eterna.


Nuestro Padre Celestial continúa llamando a hombres y mujeres a ser “Heraldos, portadores y multiplicadores de la Misericordia.” De una forma efectiva y llevando el RUAH (el soplo de Dios) a la humanidad. Recordemos que Dios llamo a Isaías para enviarlo a su pueblo con el mensaje de su Misericordia salvadora. Y más tarde llamo a Pedro, Andrés, Santiago y a Juan por medio de su hijo para enviarlos con un poderoso mensaje de Misericordia.

Ahora nos llama a cada uno de nosotros para que nos llenemos del Espíritu Santo y nos preparemos a vivir un nuevo Pentecostés en esta Nueva Evangelización.  

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