Por
José Eugenio Hoyos
Se ha
repetido muchas veces que la Renovación Carismática no es un movimiento más de
la Iglesia Católica es una Poderosa corriente de gracia guiada por el Espíritu
Santo.
Todo
Católico bautizado es Carismático pues fuimos bautizados en el bautizados en el
nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo Amen!!!
Todos
los grupos de oración nos estamos preparando para la gran celebración del
Jubileo de los 50 años de la RCC.
No puede
haber una verdadera celebración si todavía en algunas asambleas Carismáticas o
en grupos existen divisiones o ansias de poder.
Nuestra
preparación debe ser como el “Primer Pentecostés” donde los apóstoles con Maria
estaban unidos en oración esperando la llegada del Espíritu Santo.
El “Poder
del Espíritu Santo” que recibieron los apóstoles en Pentecostés tenía como fin
principal, capacitarlos para que fuesen los testigos de su resurrección hasta
los confines de la tierra.
La
finalidad era que dejaron los miedos, los temores y la frialdad y se llenaran
con el fuego abrazador del Espíritu Santo. Para que pudieran “proclamar tu
palabra con toda valentía (Hechos 4, 29) y pudiesen realizar curaciones, signos
y prodigios por el nombre Santo de tu Siervo Jesús.” (Hechos 4, 30)
Por eso
estamos llamados a anunciar a todos los creyentes que se acerca un nuevo Pentecostés
y que cada uno de nosotros estamos llamados a invitar y llevar a otros a
conocer la Renovación Carismática para que tengan esta maravillosa experiencia
de la cultura de Pentecostés.
Cultura
de Pentecostés significa abrirnos al Espíritu Santo para que el obre y siembre
en nosotros los dones y carismas.
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