Por Kelvin
Saravia
Como
dice el Padre José Eugenio Hoyos en los eventos donde es invitado a predicar: “Cristo
es el que sana.” “La Misericordia de Cristo se siente en cada sanación y liberación.”
“En la historia del universo no hay ni habrá un ser más poderoso como nuestro
Dios.” “Su sangre y las llagas de Cristo tienen poder.”
Y realmente
todas estas frases son verdaderas pues en cada milagro que encontramos en las
sagradas escrituras vemos la compasión y la misericordia de Dios que sana,
unge, convierte, libera y perdona con amor al pecador. Recientemente esto lo
pudimos comprobar en el gran evento de Lluvia de Bendiciones organizado cada
año por el Minuto de Dios en Bogotá Colombia.
Cuando
el Padre Hoyos comenzó a caminar con el Santísimo dentro de la multitud daba la
impresión que era el mismo Jesús que iba primero liberando a la gente que
estaba oprimida por haber confiado en amuletos, hechicerías, brujerías, amarres,
conjuros y otro tipo de supersticiones. Este es un mensaje fuerte que nos está
dando el mismo Jesús, para que primero limpiemos nuestra alma y nuestro cuerpo
para que allí entre la sanación y Jesús haga maravillas en nuestras vidas.
El Padre
Hoyos explico y tomo con autoridad el pasaje de Jeremías (5-14) que dice: “Voy
a hacer que mis palabras sean en tu boca como fuego, y que el pueblo sea como
leña, y que ese fuego lo devore. Y hoy los Cristianos
debemos traer fuego a todo lo que no sirve y nos impide ser hijos de Dios.
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