El Pregonero
5 de julio de 2007
Unos lloraron, otros alzaron pañuelos blancos y varios mostraron banderas colombianas durante la misa llevada a cabo, el lunes pasado, en la iglesia San Antonio de Padua en Falls Church, Virginia. En el acto religioso se recordó a Jairo Hoyos Salcedo y a otros diez diputados secuestrados, quienes perdieron la vida a manos de la guerrilla de las FARC.
Jairo, hermano del padre Eugenio Hoyos, director del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington, fue recordado con oraciones luego de conocerse su muerte. El político llevaba cinco años secuestrado.
Los once diputados colombianos fueron secuestrados el 11 de abril del 2002 por un comando armado de las FARC, luego de ingresar violentamente al local de la asamblea departamental del Valle, en Cali, Colombia.
"Pedimos para que se detengan los crímenes, los secuestros y la delincuencia; y, también por el respeto - en nombre de la comunidad internacional - por la vida en Colombia, ya que nadie puede estar contento con tanta violencia", manifestó el padre Hoyos.
Muchos feligreses mostraron carteles que decían "Colombia quiere la paz".
El reverendo Hoyos, quien admitió sentir un profundo dolor por la muerte de su hermano y la de los otros diez políticos, señaló que Dios nos enseña a siempre a perdonar a quienes nos ofenden o hacen daño.
"No tenemos resentimientos para estos asesinos. Ahora sólo pido el cuerpo de mi hermano Jairo y los otros diez diputados para darles cristiana sepultura", expresó Hoyos.
El sacerdote católico manifestó que durante los últimos cinco años su familia sufrió mucho por el secuestro de Jairo, pero hasta ahora no se habían pronunciado por temor a las represalias con la víctima.
"Ha sido muy fuerte ya que sentimos que nos han arrancado el corazón. Colombia lo siente, también América Latina y el mundo entero", dijo Hoyos.
Uno a uno los nombres de los once diputados fueron dados a conocer en medio de cantos religiosos y un ambiente de tristeza.
Las once víctimas quienes perdieron la vida el 18 de junio fueron, Nacianceno Orozco, Ramiro Echeverry, Rufino Varela, Jairo Hoyos, Carlos Barragán, Fabio Arizmendi, Carlos Carry, Alberto Quintero, Juan Carlo Narbáez, Francisco Giraldo y Edison Pérez.
"Nuestra patria se encuentra herida y los colombianos estamos destrozados. Condenamos a las FARC por que son una amenaza para el mundo", expresó Julián Hoyos al hablar sobre la muerte de su hermano luego del acto religioso.
El propio Julián también estuvo secuestrado y se escapó de la muerte hace algunos años.
Al terminar el acto religioso los representantes diplomáticos de las embajadas de Colombia y El Salvador expresaron sus condolencias a la familia Hoyos, al igual que a las personas que perdieron a sus seres queridos.
La muerte de los once diputados enluta a igual número de familias y deja a 17 pequeños huérfanos. Actualmente se calcula que existen unas 5 mil personas secuestradas en manos de la guerrilla.
Todavía no se sabe con exactitud las causas de las muertes de los diputados, ya que la guerrilla de las FARC acusa al gobierno colombiano de un ataque de sus tropas para rescatarlos, donde aparentemente murieron en un fuego cruzado.
El presidente de Colombia, Avaro Uribe, desmiente la acusación y afirma que los rebeldes causaron dichas muertes ya que no se había dado ninguna orden para incursionar en la zona departe de tropas militares.
Hasta la fecha se desconoce el paradero del grupo de legisladores quienes formaban parte de 56 rehenes, entre ellos todavía quedan cautivos tres estadounidenses, la ex candidata a la presidencia Ingrid Betancourt, varios militares, políticos y policías.
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